Aplaudidos. La compañía Riveros Luna recibió una ovación por su actuación junto a La Camerata, haciendo Piazzolla. 

Color, destreza y buena música. Una alquimia que funcionó a la perfección anoche en el Anfiteatro Buenaventura Luna con el concierto de cierre de La Camerata que sumó la danza en la tercera edición de Bailando bajo las estrellas. 

Fue un recorrido por distintos géneros como el árabe, rock, bolero, danzas españolas y el tango, que sin dudas fue el que se llevó los aplausos más encendidos. 

Con la conducción de Marcela Podda, la noche comenzó con el Instituto Andalucía, a quien le tocó romper el hielo, y un nutrido grupo mostró su pasión por la danza española. Luego fue el turno de seis bailarinas de Golpe Urbano, que trajo la danza contemporánea con los pasajes de la famosa Cinema Paradiso. La compañía Riveros Luna se llevó la primera ovación del público que colmó el anfiteatro. Ellos hicieron una vistosa coreografía para Buenos Aires cero de Piazzolla, usando elementos y moviéndose en altura, con buenos momentos de lucimiento para los bailarines y jugados trucos. Después irrumpieron las voces de Flor Carmona y Juanse Arano para interpretar el bolero Inolvidable, que bailaron tres integrantes de Latin Style. 

Latin Style. La academia de ritmos latinos interpretó Inolvidable. 

 

Grupo. Bellart en plena acción en Desconfío. 

Con el show corriendo sobre rieles, fue el turno de Ballet San Juan Nuestro Tiempo que hicieron Milonga sentimental, mostrando una sólida puesta, como suele hacer el grupo que dirige Gerardo Lecich, y se produjo la segunda ovación. El rock llegó con Desconfío de Pappo, con la cálida voz de Flor Carmona y Bellart sedujo con su propuesta. 

Al cierre de esta edición, una exótica danza egipcia compuesta por Enzo Pérez, le daba pie a Fatme para mover las caderas, transportando a los sanjuaninos al lejano oriente en un show que entregó lo que prometió.