Como la neurótica e incondicional amiga de Loli, el rol protagónico que interpreta Nancy Dupláa en la tira, admitió que en consonancia con su desopilante papel, tanto en la vida como en el trabajo ostenta "una relación natural con el humor".

"En mi propia personalidad y gestualidad tengo un costado muy marcado por la comicidad y eso es algo que me sucede incluso a pesar mío, y que terminé por asumirlo como propio y darle lugar, pero no lo elijo demasiado: me sucede", confesó, en un alto en las grabaciones de la serie.

Como una de las principales revelaciones de la historia que también encabezan Luciano Cáceres y Daniel Hendler, Julieta Ortega, Mex Urtizberea, Juan Gil Navarro, Isabel Macedo, Juan Leyrado, Mirta Busnelli y Roberto Carnaghi; Barrientos compone a una psiquiatra de famosos, divorciada y de dudosa estabilidad emocional. Ella oficia de terapeuta indeseada de todo su grupo de amigos del colegio secundario. Y, por si la galería de atribulados pacientes no bastara, por su diván también pasan personalidades como el ex tenista Gastón Gaudio, el conductor Silvio Soldán, el cantante Pablo Ruiz y hasta el representante Guillermo Coppola.

Muñida de teorías freudianas de precaria simpleza, Vicky profiere conclusiones mordaces, sesudos consejos y picantes opiniones desplegadas sobre problemas ajenos pero se ve absolutamente incapacitada de darle un rumbo certero a su propia realidad.

"En este programa somos varios los personajes le damos toques a una historia que, de otro modo, podría ser una telenovela dramática", sopesó sobre la trama que aborda un grupo de egresados de la década del "80 que se reencuentran después de 20 años. Y agregó: "No creo que sea fácil hacer humor, pero tampoco es fácil hacer algo que esté bueno, y siento que por eso siempre son necesarios los buenos libros y los buenos actores, porque la dificultad es hacerlo bien más allá del género".

El eje de esta popular historia gira en torno a Andrés Goddzer (Hendler) y Loli Falsini (Dupláa), dos distantes compañeros de secundario que descubren que el hijo que ella tuvo con su marido Pablo Catáneo (Cáceres) recién salidos del colegio, es en realidad el fruto de un encuentro ocasional y clandestino que ambos tuvieron escapando de una traumática fiesta de fin de curso.

"Es una buena idea y desde el primer momento pudimos sostener la línea que se planteó porque a veces si un buen planteo no funciona, vienen los manotazos", remarcó la intérprete.

De las tablas a la pantalla

De larga tradición teatral, es egresada de la Escuela Municipal de Arte Dramático y trabajó con José María Muscari en Marchita como el día, Mujeres de Carne Podrida y Pornografía emocional, entre otros títulos. Catapultada a la pantalla chica, gracias a una simpática publicidad de un banco donde le da vida a una esposa irritante dentro de un matrimonio disfuncional, Barrientos se encuentra transitando sus primeros pasos dentro de la popularidad mediática.

Si bien participó de Contra las cuerdas en la TV Publica, personificando otra vez a la mejor amiga de la protagonista que encarnó Soledad Fandiño, el reconocimiento que alcanzó Graduados, superó todo tipo de exposición anteriormente conocida.

"Siento que la tele no fue un lugar deseado, como un escalón al cual llegar y sigue sin serlo, pero sin dudas es un espacio más donde trabajar y tratar de descubrirme", dijo quien en las tablas acaba de estrenar Las criadas, bajo la dirección de Ciro Zorzoli, en el Teatro Presidente Alvear de Buenos Aires.

"Es bestial y monumental lo que produce la tele y más en éstas circunstancias de un programa tan visto, tan querido y tan gustable; pero yo tengo perfectamente claro que eso no cambia en absoluto mi vínculo con el teatro, sino que está más vinculado con un nuevo lugar de búsqueda", agregó.

Hoy, contemplando con cierto asombro los latigazos del éxito pero rehuyendo del supuesto rol de personaje público, Barrientos se muestra lejana a las mediciones de rating pero no descree de su importancia.

"No es lo que me mueve a que un trabajo me guste o no, pero sí claramente la onda que puede generarse como equipo de trabajo no es la misma con o sin éxito; por eso, sin lugar a dudas influye y por eso uno dice: que nos vaya bien porque sino la vamos a pasar mal todos". (Télam)