Grabado en el verano de 2020 en Buenos Aires, iba a ver la luz en junio de ese año. La pandemia cambió bastante los planes, a decir verdad, pero lejos de replegarse, Esha -la sanjuanina que protagoniza este inminente lanzamiento- prefirió esperar un poco y se tomó ese tiempo para procesar algunos cambios y resignificaciones, desde la lírica hasta las melodías, pasando incluso por el arte del disco. Y ya con todo listo, finalmente el 4 de junio soltará al aire "Piel", su segundo hijo musical, cuyo título tiene que ver con la posibilidad de rasgar esa piel que habita para dejar salir lo que hay debajo, como una transformación. Y de la mano, por qué no, con esto de escribir y cantar con los sentimientos y sensaciones a flor de piel, incluso desde la propia vulnerabilidad. "Fueron varios días en el estudio en Buenos Aires, trabajando en esas canciones con Kevin Borensztein (producción, mezcla y maste ). Maduró mucho el disco, porque yo también tuve procesos como todo el mundo; y se resignificó desde un montón de lugares.
Con el tiempo te das cuenta todo el trasfondo que esas canciones tienen para uno. El disco tenía otra tapa, otro nombre, hicimos arreglos en la producción sonora y también invitamos a otros artistas para hacer algunas canciones conmigo", comentó a DIARIO DE CUYO Pauli Fleury, Esha, quien comparte temas con Peperina, El Chacal, El niño ave, Ascensores, Malegría, Wonko, Nicolás De Sanctis y Chuke en violín. En total diez son los cortes de este disco -"Muy bonito y variado", dirá-, de los cuales hay tres que ya adelantó como sencillos: Cinco minutos, Algo y Para cuando crezcan, este último dedicado a sus hijos, porque el amor en todas sus formas se deja ver en Piel, así como el perdón y el transcurrir en esta vida, ideas que la movilizan.Y las sonoridades que incursiona, algunas nuevas para ella, acompañan y también dicen. "En este disco hay algunas canciones que siguen manteniendo el estilo pop, que es muy generoso, ese pop fresco y electro que tiene el primer disco; pero también me permití encontrar otras sonoridades y ritmos. Me dejé ser y y me permití ser vulnerable también. Al principio no quería cantar cosas tristes, pero en este disco sí. De hecho, sonoramente hay cosas que tienen otra densidad y se generan otros climas, no solo el pop alegre, que me encanta pero hay otras cosas que también habitan este segundo disco", se explayó la cantautora, cuyas canciones, contó, nacen absolutamente desde la espontaneidad. "Generalmente compongo cuando me está pasando, y generalmente algo que me desborda. Canto desde lo que siento. La música me sirve para simplificar lo que tengo en la mente, cosas que a veces no se entiendo y que cuando canto se aflojan, se simplifica todo", explicó la artista, que en la escucha del producto ya terminado, ya "más relajada y a conciencia", se sintió "muy feliz" de verse en él, de encontrarse allí. "Me siento muy representada para ese momento de mi vida, me
permití habitarme en la fragilidad de lo que sentía y hasta dejar ver esas partes más vulnerables de uno", señaló la joven que eligió usar el papel como metáfora, presente en la tapa del disco y también en el vestuario que lleva en sus presentaciones en vivo y que forma parte de la puesta, con Resguardo Laboratorio detrás. "Se trata de poder romper la piel, tan frágil como un papel, y poder ver que hay magia cuando la materia se rompe y se crea de nuevo, se reinventa. Es un disco de transición en el que voy cambiando la piel, donde empecé a elegir más, donde voy encontrando cada vez más qué me gusta cantar y cómo me gusta sentirme arriba de un escenario. Sé por dónde quiero ir ahora. Es como romper la piel para ver lo que hay abajo", definió.