Una suave melodía se escapa del Centro Cultural Conte Grand, mientras la luz del Sol que entra a través de las puertas vidriadas ilumina seis barras al pie de un colorido mural. No es una instalación artística, como otras que suelen verse en ese edificio; pero sí es arte, y en movimiento. Una veintena de jóvenes sigue con atención las indicaciones de Raúl Candal, maestros de maestros, quien llegó para brindar clases de danza clásica a los 60 bailarines elegidos por el programa Danza y Movimiento 2012, que comenzó a correr esta semana. Los hay de diferentes edades, institutos y niveles. Y para todos ellos -tres cursos de 20 personas cada uno- está este ex director del Teatro Colón y actual Repositor coreográfico del Ballet Nacional Sodre (de Uruguay, que dirige Julio Bocca). Cálido, generoso, sólido… Candal -quien tras la maratón de lunes y martes, frecuentará la provincia con sus asistencias- va mechando técnica, con anatomía y hasta historia de la danza, revelando pasión y también un humor que logra distender nervios.

Desde un rincón observan Silvana Moreno (directora de Oficios para el Arte y Música Popular), Alejandra Lloveras y Celina Castro, cabezas del equipo que seguirá preparando a este semillero del que saldrán varios de los bailarines que -tal vez en tres años, como acotaron- formarán el Ballet Provincial, un sueño que va tomando forma de cara a la creación del Teatro del Bicentenario y a la necesidad de contar con elencos estables, en varias disciplinas, para darle vida.

"Esto es un programa de capacitación, estamos sentando bases", subraya Moreno. "Hay mucho entusiasmo y ganas de aprender", acota Lloveras sobre este proyecto estatal que, gratuito para los estudiantes, insume dos horas diarias de lunes a jueves y que también cuenta en su staff con Julia de Nardi, María Victoria Storniolo, Silvina Núñez y Gabriel Rodríguez. En la primera etapa estará enfocado a la danza clásica y contemporánea -por ahora con énfasis en la nivelación-; e irá sumando disciplinas como la de partenaire y materias como Historia del arte con el correr de los meses.

"Éste es el lugar para equivocarse. Permítanse equivocarse para que el maestro pueda trabajar en ustedes. No zafen. Intenten hacer algo de calidad", aconseja Candal al final de la primera clase del martes, mientras otro grupo lo espera, para volver a empezar.