Foto: Mariano Arias

 

¿Cuánto sabés de la Difunta Correa? ¿Cuánto sabés de Pismanta? ¿Cuánto sabés de la indígena Mariana? Apenas tres interrogantes que inevitablemente desatan la curiosidad y conducen a "Raíces del Cuyum", un libro nuevo y diferente sobre un tema popular tan añejo como atrapante: los mitos y leyendas sanjuaninos. El escritor Álvaro Olmedo es la pluma detrás de esta obra que presentará hoy, con el respaldo de Bibliotecas Populares, SIPEA y Museo Franklin Rawson (ver aparte). Obra que, tal como él advierte, no es histórica sino literaria, "donde el vuelo y la fantasía son componentes esenciales". 

Con ese "vuelo" y el complemento perfecto de una "ambientación" -tal como define el trabajo de ilustradores y diseñadores como Gonzalo Kenny y Claudio Domínguez, entre otros; "unos verdaderos monstruos" que logran, desde la portada, transportar al lector a escenas y escenarios- Raíces del Cuyum reúne muchas de las leyendas más conocidas: La Pericana, la Difunta Correa, La Martina Chapanay, el viento Zonda, La Luz Mala, el cacique Pismanta y las aguas de la juventud eterna, entre otras. Con el correr de las páginas, vuelven a tomar cuerpo estos ancestrales personajes y misterios, que a su vez desnudan sus propias raíces, sus propios orígenes; finalmente, los nuestros.  

La producción comenzó de manera casi azarosa, a instancias de un trabajo que debía entregar. "Ahí me di cuenta que era muy poco lo que se había escrito sobre esto. Busqué a algunos viejos, de esos que nos contaban historias y comprobé que la naturaleza los había llamado, que ya no estaban. Les pregunté a los jóvenes y me contestaron que sabían nada del tema. Entonces asumí el compromiso de ser un puente en este trasvasamiento generacional. Todos los pueblos tienen sus mitos y leyendas, digo su cultura, sus creencias más profundas. ¡Y cuidado! Quien las pierde, pierde su identidad, deja de ser. Al final, somos lo que creemos", reflexiona Olmedo, quien después de los cuarenta años asumió -como dirá- este "bendito tormento de escribir".  

Así empezó el largo viaje que concluyó en Raíces… apenas una manera de decir, porque siempre hay ganas de más. "Vamos, que éste no nace y ya estamos engendrando el otro. Así somos de ambiciosos en esta búsqueda", sonríe el narrador, para quien la escuela sería un ámbito adonde el libro debería llegar "y desde ahí generar muchísimas cosas".  

"El sistema educativo es fatalmente racional, y ésta es una excelente herramienta o disparador para indagar otros mundos fantásticos, sensoriales y espirituales en el sentido más acabado del término. Depende de las autoridades y de los docentes. Este es un desafío a indagar, a escudriñar en nuestras raíces", alienta Olmedo, que enlaza otro deseo a su creación: "En Raíces del Cuyum me gustaría que se encuentren abuelos y nietos en la lectura, en un abrazo". 

Movilizado por "los grandes temas del hombre, el amor y sus múltiples opuestos, las sensaciones que el sistema se ocupa de borrarnos, la injusticia que no podemos naturalizar, la fantástica y desconcertante condición humana", describe; Álvaro -que ya tiene en gateras a "Impoético", una reflexión sobre la guerra- está convencido hoy de que hay que volver a las raíces, a la propia historia.  

"Desde niños conocimos leyendas, las del Rey Arturo, las de Robin Hood, hasta los cuentos de hadas, todas historias de una Europa medieval, muy distantes de nuestra realidad. Globalización mediante, en literatura Harry Potter y en el cine la pésima acción norteamericana se impusieron sin atenuantes. ¿Y lo nuestro? Tenemos una riquísima historia de Dioses (con mayúscula) y de héroes. Y de ellos y con ellos tenemos que hablar. Yo creo que muchos viven entre nosotros. Sólo nos falta abrir bien los ojos y los oídos, andan por aquí…", declara. 

El dato 
La presentación es hoy a las 19.30 en la Sala Auditorio del Museo de Bellas Artes Franklin Rawson. Entrada libre. Participan Viviana Rodríguez, Claudio Domínguez (artista plástico), Vanessa Lewylle (lecturas) y Ballet de los Andes.