Ya no es más "Ogra" pero resabios le quedan, parece. Intempestuosa, Amalia Granata no tiene filtros, ya sea para mostrarse en paños menores, para lanzar su rosario de escándalos en cuanto medio la convoquen; o bien, para tirarle los perros al mismísimo Marcelo Tinelli -que entre el jueves y el sábado estuvo en San Juan con la Liga Mundial de Voley-.
Sin dudas, esta jovencita tiene con qué y arremete hasta contra el más prevenido (sino, pregúntenle a Robbie Williams, el cantante británico con quien pasó una noche en Buenos Aires). En este caso, el turno le tocó al codiciado conductor de Showmatch que quedó como sapo de otro pozo en su propio terreno.
Sin vueltas, la modelo atrapó a su presa de un zarpazo dejandolo ruborizado y sin palabras. Y fue en Showmatch, cuando presentó la cámara oculta de la que ella fue víctima al pie del Calafate y en manos de José María Listorti. Allí, el empresario cayó en su trampa y ella lanzó certeros palitos pa’ su rancho (como para que se construyera una mansión).
Es que, ella dice que él es su "tipo" (¿y de qué mujer no?) y el amor tiene razones que el corazón no entiende, ¿vió?.
Sin pareja estable a la vista, la blonda muchacha infartó a más de un lector que se encontró con la revista Playboy en abril pasado. Una sesión hiper hot que le valio su lugar en la jaula de Animales Sueltos -el ciclo nocturno de Alejandro Fantino- y le dio el pase de panelista al renovado Mundo Perfecto de Roberto Pettinato (América TV).
A ella no le importa nada más que su hija Uma, según dice. Pero, en medio de los eternos dimes y diretes con su ex pareja y padre de su niña, Amalita florea
su escultural buen ir -y también su buen venir- como para infartar a cualquier mortal que le arrastre el ala.
Claro que, hasta ahora, el único ejemplar que reúne sus requisitos es el responsable de Ideas del Sur, que desde su separación de Paula Robles está solterito. Es que eso de "Contigo, pan y cebolla", no va más, los tiempos cambian y los gustos se reciclan. Incluso hasta la Granata se transforma. La voluptuosa ex botinera se guardó el cartel de madre sumisa. Ahora, exterioriza sus manías felinas y saca sus garras a la luz (cuidado si la tiene enfrente…)

