Con las caras maquilladas y sus cuerpos enfundados en trajes de vinilo negro, Kiss puso su lengua para cerrar el Quilmes Rock ante 54 mil fans que se concentraron el domingo, en River Plate. En una edición donde la añoranza de los viejos tiempos marcó las cuatro jornadas del encuentro; la veterana banda al mando de Gene Simmons en el bajo y Paul Stanley en voz, hizo su desembarco en Buenos Aires dentro de su gira mundial Alive 35 -a 10 años de su último arribo-, junto a Tommy Thayer en guitarra y Eric Singer en la batería.

La autodenominada "banda más caliente del mundo" desempolvó clásicos como Strutter, Black Diamond, Love Gun, Parasite, Detroit Rock City, el coreado I was made for lovin’ you y un celebrado Rock and Roll All Nite.

Previo a los Kiss; Massacre, Molotov, los argentinos de Las Pelotas y Los Ratones Paranoicos, también pusieron lo suyo a la noche.

El balance

Esta edición se desarrolló en 3 espacios diferentes como el Club Ciudad de Buenos Aires, el estadio de Vélez Sarsfield y el Monumental. Sin duda, la cuota de jerarquía estuvo en manos de la primera presentación de Radiohead en Buenos Aires. Sin embargo, el conjunto -que inauguró el encuentro- fue el de menor convocatoria con 35.000 fanáticos que fueron testigos de su show en el Club Ciudad. Por su parte, los ingleses de Iron Maiden colmaron Vélez Sarsfield con 45.000 fans. En tanto, Los Piojos y Divididos fueron las figuras de un sábado que arrasó las taquillas con 65 mil jóvenes en River. (Clarín, La Nación, Periodismo.com)