Desde que la Camerata San Juan se metió al público en el bolsillo a fuerza de talento y atractivas presentaciones -hace tiempo ya- sus seguidores no han dejando de acompañarla. Y con su acertado combinado de música clásica y popular, volvió a hacerlo anoche, al pie del Monumento al Deporte. Cómodamente ubicada, la concurrencia disfrutó de un hermoso concierto, con el que la agrupación culminó su año. Nahuel Méndez, Flor Carmona, Juanse Arano, Orlando Balmaceda y Romina Pedrozo fueron las voces que -en perfecto complemento- compartieron esta celebración al aire libre, que contó con la conducción de Marisa Gil.

El recital abrió con la ópera Carmen, de Bizet, con voz de Pedrozo y danza del Instituto Andalucía; dos pasajes que inauguraron los calurosos aplausos, que también cayeron sobre la Danza Húngara, de Dvorak. El "setlist’ dio paso entonces a una selección muy festejada: Algo contigo, Something y una lograda May way (A mí manera) que caló profundo en la platea. El atrapante viaje musical siguió con Crimen, de Cerati y en un giro sorprendente se encontró con la cueca Las dos puntas y Balada para un loco. Sin prisa, pero sin pausa, siguió recorriendo variadas y encantadoras estaciones: New York, New York; Adiós nonino y la entrañable Romance de mi niñez, de los Hermanos De la Torre. Al cierre de esta edición, el público seguía disfrutando de un espectáculo de excelente nivel, hecho por sanjuaninos, bajo cielo sanjuanino.