En un espectáculo de alto vuelo, la Camerata San Juan festejó su tercer aniversario en el Auditorio Juan Victoria, donde ofreció un concierto popular a los cientos de espectadores que casi colmaron la sala la noche del domingo pasado. El concierto, que tuvo a más de 20 artistas en escena, tuvo otro condimento más que emotivo; ya que marcó el regreso de su director Gustavo Plis Sterenberg a la actividad musical, luego de someterse a una delicada cirugía para paliar las afecciones provocadas por el Parkinson que lo alejó de la batuta. La tremenda fuerza de voluntad y energía que le puso a su conducción amalgamó de maravillas con el desempeño de los músicos, generando una armonía perfecta a los oídos del público, que aclamó el recital.

Luego de los agradecimientos de rigor -Plis hizo entrega de una plaqueta al gobernador Gioja-, dio inicio el exquisito viaje sonoro por un excepcional repertorio de música popular. Ante la ausencia de los instrumentistas de corno, ‘por razones de fuerza mayor’ -según explicó el locutor Ricardo Olivera-, no pudo ejecutarse la Sinfonía Concertante de Mozart, como se había anunciado. Sin embargo, la Camerata salió airosa de las modificaciones a último momento en el repertorio. Con su particular estilo interpretó Tu cárcel, del grupo de rock mendocino Enanitos Verdes, apoyada por la rítmica de la batería y la guitarra eléctrica, arreglada por Enzo Pérez. En la misma línea, siguió una composición llamada Tulum, que hace referencias a la cultura huarpe. Además, el solista Pablo Grosman ejecutó música de la colectividad judía y como la joyita del programa, llegó la interpretación de Libertango, de Piazzolla. En la segunda parte, Mili Yacante entró en escena para rendir homenaje a María Elena Walsh. En el final, muchos niños que estaban en las primeras filas subieron al escenario y cantaron con Mili. Así culminó esta verdadera fiesta, donde no faltaron las palmas ni las sonrisas.