Un señor, deprimido, que necesita ser escuchado por la terapeuta que eligió para que lo atienda, parece una escena habitual, sino fuera porque él es Dios y ella una psicóloga atea. Después de esas revelaciones, el espectador de Dios mío, la obra que se presentó anoche en el Teatro Sarmiento de la mano de Fundación Protea, se acomoda en la butaca para recibir lo que vendrá.

La audaz puesta de Lía Jelín se sustenta en un gran texto y en dos actores excepcionales como Juan Leyrado y Thelma Biral, que terminan haciendo de una historia increíble, algo que hasta parece posible. Él componiendo un Dios abatido por la destrucción del mundo que creó o que se enoja por las guerras en su nombre; ella, intentando guiarlo- no sin tener que dejar de lado sus prejuicios- para que encuentre el verdadero origen de su decepción. Una conversación sin desperdicios que llevó al público de la risa a la reflexión y que al cierre de esta edición, los sanjuaninos agradecieron con cálidos aplausos.