De manera ágil, comprometida y sin pretender solemnidad, la película "Down para arriba" abre la puerta en tono de comedia al espectador a descubrir en la intimidad, cómo es el mundo en el que viven las personas con Síndrome de Down, cuyas realidades son por lo general, invisibilizadas. El actor y director Gustavo Garzón, produjo este documental en 2017 en la que tiene a sus propios hijos mellizos Juan y Mariano, como protagonistas, junto a los jóvenes de la escuela de Teatro del profesor Juan Laso. El material llegó a la pantalla del Cine Teatro Municipal para ser exhibida durante esta semana. Precisamente, el propio creador estará esta noche compartiendo con el público sanjuanino la proyección del film y también dará una charla para los interesados en profundizar esta temática.
– ¿Qué mensaje intentas comunicar con este trabajo?
– Bueno al principio no había adoptado ningún mensaje para transmitir. No me propuse la intención de darlo, pero implícitamente, me di cuenta que en el fondo lo estaba dando. Tengo textos y una voz en off en la película, de principio a fin, que narra cómo era cuando nacieron mis hijos con Síndrome de Down. Yo era un ignorante total respecto al tema. Por ende, me asusté mucho y pasé horas turbulentas apenas nacieron. Pero con el correr de los días y los años, aprendí a disfrutarlos; y hoy llenan mi vida de felicidad. Esto es lo que quiero decir, que la ignorancia hace que no sepamos de las cualidades de estas personas y que no son tenidas en cuenta. La película muestra todo lo que son capaces de dar y de hacer; su belleza interior, lo amorosos que son y el gran potencial expresivo que poseen. Pienso que la película puede servir a aquellos que como yo, no teníamos idea de nada, que por alguna razón no se acercan, no saben cómo hablarles o cómo comprenderlos; y que al final logren dar el primer paso y se den cuenta de las gratificaciones que pueden recibir de ellos.
– ¿Hay también un reflejo de la sociedad en la actitud de excluir al otro que es diferente?
– No quiero generalizar tampoco, porque en la misma sociedad hay gente que no les da el lugar que le corresponde y se merecen, pero también hay personas y sectores sociales que los aceptan, los ayudan, que les da amor y contención. Convivimos con eso, porque mis hijos reciben mucho de la sociedad. Creo que aquí debe el Estado cumplir con su función de educar a los colegios secundarios y a los cursos de pre-parto, para que se pierda ese temor a lo que no se conoce: Qué es el Síndrome de Down. Que se demuestre que no es el infierno, sino que es una situación diferente.
– ¿La idea de dar y recibir, es clave en esta película?
– Sí y además, es un homenaje al profesor de teatro Juan Laso que trabaja con personas con Síndrome de Down, que además de ser su benefactor, los conoce, los quiere y los contiene profundamente, pero a la vez les exige. Cuando reciben cariño, entonces pueden superar sus propios límites y lograr un nivel actoral, como lo fue en la película que es asombroso. Como hacen reír y llorar a la platea, es todo un mérito de ellos.
– ¿El deseo por el teatro en tus hijos surgió naturalmente o tuvo alguna influencia paterna?
– Bueno ellos nacieron y se criaron arriba de los escenarios. Tienen mucha fascinación por actuar y en general todas las personas Down sienten esta fascinación por las artes, por la actuación, el canto, el baile, el micrófono, mostrarse al público. Traté décadas buscando el mejor espacio que les ayudase a potenciar ese deseo y finalmente inventé esta escuela de danza terapia para personas con capacidades diferentes, funciona a las mil maravillas. Todo tiene que ver con el arte, la música, el juego, el cuerpo, el teatro propicia todo eso y el gran beneficio que tiene es la comunicación entre sus compañeros de escena. Pueden mirarse a los ojos, interactuar, hablarse. El teatro es una gran motivación y excusa aún para los que tenemos dificultades para comunicarnos de manera plena.
– Siempre estuviste vinculado a la ficción. ¿Este documental fue un desafío que rompió esquemas en tu carrera?
– Hace unos años que estoy en una etapa autorreferencial, donde me voy corriendo de la ficción. Aunque lo sigo haciendo y actuando, pero desde lo creativo y autogestivo de mis proyectos, voy hablando más de mí. Tengo el bio-drama performance ‘Doscientos golpes de jamón serrano’ y ‘Down para arriba’. Algo ha pasado en mi vida que he necesitado hablar de mí. Y en este documental, lo hago con un poco de pudor, evitando hacer golpes bajos y caer en la cosa lacrimógena y melodramática. Simplemente trato de ser el relator de la vida del otro, con distanciamiento para que no me afecte tanto; y no involucrarme emocionalmente en las historias, sino narrarlas y dejar que el público vea cómo procesa esas emociones.
DATO
Down para arriba. Con la presentación de Gustavo Garzón. A las 22 en Cine Teatro Municipal (Mitre 41 Este). Entrada general $30, estudiantes y jubilados $15. Charla con el director miércoles 27 a las 11, libre y gratuito; y a las 22 la segunda función.