Fotos: Marcos Urisa y Gentileza Sec. Cultura

El Jardín de los Poetas acaba de cumplir 65 años desde que fue inaugurado el 11 de abril de 1958, como parte del predio donde con vegetación se formó la figura de la Escudo Nacional. También pasaron 25 años desde la primera vez que tuvo que ser restaurado de manera completa, cuando el municipio de Rivadavia encargó al Museo Tornambé de la UNSJ un profundo trabajo restaurativo. Actualmente existe un proyecto en el Ministerio de Turismo y Cultura provincial para reemplazar las esculturas originales por copias de resina. 

Según el relevamiento de DIARIO DE CUYO, de las 40 piezas artísticas, hay 12 pedestales vacíos y las restantes 28 todas tiene distintos grados de daño: decapitados, partidos o sin narices. Los que menos roturas tienen, están descascarados o con el cemento comido por el tiempo y la falta de mantenimiento. 

Primera prueba. Tomaron el busto del poeta platense fallecido en 1928, Francisco López Merino, que estaba suelto, lo pegaron y restauraron para hacer un molde y un vaciado con resina. En la tercera imagen, copia en resina y original.

Desde la creación del Parque Cantoni y posteriormente el Jardín de los poetas, el mantenimiento estuvo en la órbita de la municipalidad de Rivadavia, pero en 2016 la Cámara de Diputados lo declaró como bien integrante del Patrimonio Cultural y Natural de la provincia, a partir de la ley 1454-F, y por tanto quedó en la órbita provincial.

El Ministerio de Turismo y Cultura, con la acción de la Secretaría de Cultura y la Dirección de Patrimonio, se dio intervención a otras áreas, como Espacios Verdes de Infraestructura -que se ocupa puntualmente de la flora del lugar-, el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson y el de Ciencias Naturales de la UNSJ. Todos son parte de un equipo multidisciplinario que trabaja desde hace dos años en evaluar, consensuar, diseñar y probar un proyecto para poner en valor el lugar, adelantó a DIARIO DE CUYO Virginia Agote, secretaria de Cultura provincial.

La funcionaria, que reconoció el vandalismo del que es objeto el lugar, detalló que tienen un proyecto trabajado hace un tiempo que ha tenido un reciente avance y que tiene que ver con reemplazar los bustos originales por copias hechas una resina resistente, la misma usada en los modelos de dinosaurios que realiza el Museo de Ciencias Naturales de la UNSJ. 

"Lo que resolvió, es guardar los originales, que la gran mayoría están muy deteriorados, llevarlos a algún museo o espacio. La idea es empezar a restaurar los que son recuperables y hacerlos nuevamente, guardando los originales donde se puedan preservar y usar una resina muy resistente al exterior, a la luz y daños para a partir de moldes realizados sobre el original y hacer nuevos bustos en resina" reveló.

"De original, en algunos casos queda muy poco" dijo Agote recordando la restauración completa que se hizo en 1998 a cargo de las profesoras Ana María Zibarelli y Elisa López, con la colaboración de Beatriz Dorgan y Humberto Costa; y aseguró que el proyecto es un modo de "conservar el patrimonio, para que no se siga dañando en el espacio público, que además está muy accesible, y los materiales no son los apropiados. Además al tener el molde uno puede rehacerlo".

Ideado por Ofelia Zúccoli pensando en Domingo F. Sarmiento, como homenaje a los escritores argentinos y deseando que fuera epicentro local de la poesía, el Jardín ha sido noticia casi desde su instalación por sufrir repetidos hechos de vandalismo. El ensañamiento con las piezas es inexplicable para todos los que destacan el valor histórico cultural de este espacio en la Quebrada de Zonda que tenía 34 esculturas realizadas por destacados artistas nacionales, entre los que estaba Luis Perlotti y se hizo con el apoyo económico de Quinquela Martín. Con el tiempo se fueron sumando otros retratos, como los de Antonio de la Torre, Eusebio Dojorti y Luis Bates. En 2011 se instaló el de Ofelia Zúccoli realizado por su nieta, Mercedes Fidanza, y el de José "Pepe" Campus. En el proyecto actual, Agote dijo que quieren que sean parte del paseo José "Chiquito" Escudero y Hebe Almeida de Gargiulo, aunque aún no tienen definido cómo o quién haría las figuras. 

"La idea es poner en valor todo lo pensado por Zúccoli para destacar a los poetas", recuperando los bustos existentes y además restaurarán las bases, para que sean todas homogéneas, aseguró, y contó que ya hicieron una prueba sobre "una escultura que estaba floja" y que funcionó muy bien. "El material es de afuera, importando y estamos gestionándolo. ¿Si es caro? Sí, pero si uno se pone a pensar en la durabilidad en el tiempo y en la posibilidad de poder tener el molde, no lo es", dijo Agote, que evitó brindar el monto de la inversión necesaria. 

La funcionaria, así como los artistas consultados, coinciden en que es necesario "un cambio cultural", que tenga que ver con el respeto del arte en el espacio público. Mientras tanto, el reclamo de una solución que sirva para preservar las obras del daño, tiene larga data. Se sugirió serenos, más rondas policiales y ahora cámaras y multas a los agresores que se identifiquen. Agote destacó que actualmente "el lugar está más iluminado que antes" y dijo que hablarán "con expertos para que tenga la seguridad correspondiente, porque no es que, porque ponemos bustos de un material más duradero y podemos hacerlos de nuevo, no importa. No, para nada". 

Un nuevo intento por el rescate de los poetas está en marcha, habrá que esperar para ver cuándo se concreta y si es una solución más definitiva. Mientras tanto, los poetas siguen sin encontrar paz.

 

OPINIONES

 

  • Hugo Vinzio Rosellot/pintor y escultor

Tengo mucho trabajo en la calle, siempre ha sido una preocupación el vandalismo. Me parece que yo si fuera autoridad, lo que haría es aumentar la apuesta, o sea, mejoraría el circuito, agregaría en murales poesías y biografías de los poetas y haría un recorrido más rico, porque eso también es cierto, que es un montón de esculturas y de bustos medios muertos ahí. Habría que poner cámaras e implementar multas que sean realmente fuertes, multas a los depredadores, pero no privaría a la gente de la posibilidad de disponer de un paseo que ha sido, durante años, un hito en la cultura de San Juan. Es muy bonito, es muy buena la idea de mantener la memoria viva de los poetas y escritores. 

Busto de Ofelia Zúccoli.

 

  • Humberto Costa/pintor y escultor

Yo creo que el Jardín de los Poetas históricamente está dedicado como homenaje a las personas destacadas de literatura. Yo creo que hay que conservar, restaurarlos y ahora la conducta que hay de predación de elementos, de estatuas o bustos, lo que sea público, es muy difícil a veces de modificar dado que son espacios de mucho tránsito. Pero, bueno, eso es cultural. Yo creo que con el tiempo nos iremos acostumbrando a tener un lugar donde se recuerde a personas destacadas de la comunidad. No creo que haya que retirarlos porque lo público forma parte también de la realidad. Hay que desterrar ese concepto de que lo privado es lo que se cuida y lo público hay que deteriorarlo, de agredirlo, siendo que es un bien común para todos, sea lo público de cualquier tema. En el caso de un lugar donde hay esculturas recordatorias de personas, yo creo que hay que crear la conciencia de respeto y de apreciación de esos bustos, de esas esculturas como elementos culturales.

 

  • Ana María Zibarelli. Ex directora M. Tornambé

Despues del trabajo de 1998, nos volvieron a pedir que retocáramos y rehiciéramos otra vez, pero en el lugar. Decidimos que no era conveniente seguir con ese sistema. Las autoridades deberían resolverlo y tomar una política al respecto porque no tiene sentido el desgaste del material y además que no es educativo que uno restaure cada vez que se rompa por una cuestión de vandalismo. Si fuera por un cataclismo, sería otra cosa. Hay que atacar el problema sobre otro punto de vista. Por aquel entonces pensamos que lo iban a cuidar, que habría más rondas de policía, es un lugar alejado. Los fines de semana es incontrolable, hay mucha gente. Hacer los moldes no es tampoco la solución, técnicamente está bien, asegurarse que tenés el molde, pero no garantiza que cuando lo vuelvas a colocar no sea destruido. Para cerrar es una superficie muy grande.

Retrato de Eusebio Dojorti (Buenaventura Luna)

 

  • Silvina Martínez/ Artista visual-investigadora.

A los que les falta una nariz, una oreja, se puede hacer, otros ni están. No sé si vale la pena restaurar. A mí me parece que hay que sacarlos de la misma manera que se sacaron las obras de la Av. Libertador, que se estaban deteriorando por el movimiento de autos y la contaminación, esas se sacaron, restauraron y de a poco se ponen otros espacios más cuidados. Allá, hay que sacar todo y empezar de cero, si es que hay intención, pero volver a hacer 40 esculturas no es una cosa sencilla. Lo que algunos proponen es llevarlas, sacar un molde, hacer un nuevo vaciado, instalar la copia y guardar los originales. Pero yo no estoy segura que se pueda hacer, porque hay que ver cuántas están en condiciones de ser copiadas. La mayoría son de escultores muy importantes ya fallecidos, no se podría recurrir a ellos, quizás con fotos. Creo que es inviable en este momento económico.