Tori Amos apuesta a la naturalezaUna década después de su álbum más polémico, una nueva y revitalizada Tori Amos fija su atención en cómo están las cosas en el mundo. Mañana saldrá a la venta “Native Invader”, su nuevo y decimoquinto álbum de estudio. Uno de los trabajos más ajustados y más digeribles de Amos, que sin lugar a dudas se convertirá en uno de los mejores discos de su carrera.
“Native Invader” tiene canciones que prenden de inmediato como la épica "Reindeer King" o la emocional "Up The Creek". Al igual que en sus discos “Scarlet’s Walk” (2002) y “American Doll Posse”(2007), Tori hace de “Native Invader” un álbum influenciado por la agitación política que reina en Estados Unios, particularmente por el resultado electoral de 2016 que llevó a Donald Trump a la presidencia.
Pero en este nuevo trabajo no apunta directamente al político como hizo anteriormente en canciones como "Yo George" (2007), ahora esta talentosa pelirroja desvía su atención hacia la naturaleza y la Tierra. Se torna desafiante y persistente en "Broken Arrow", preguntándole a los elegidos en Washington "¿Somos emancipadores u opresores de Lady Liberty?" y luego advierte que "nosotros el pueblo… estaremos observándote". En "Bang" habla de inmigrantes y emigrantes, recordándonos que no importa de qué país provengamos, todos somos iguales y estamos hechos de lo mismo.
En "Benjamin" sentencia a la industria de combustibles fósiles y "a los hombres de la colina" que están "vendiendo la violación de América" en clara referencia a que por negocios y dinero están ultrajando a la Tierra.
Cuando se aparta de lo socio-político, habla de otro tipos de conflictos, como los de una relación. En "Wings", "Breakaway" y "Chocolate Song" habla de su matrimonio con Mark Hawley, lamentándose en frases como "solíamos ser felices".
“Nature Invader” cierra con “Mary’s Eyes", el momento más duro del disco para Amos, en donde se refiere a su madre quien quedó incapaz de comunicarse luego de sufrir un derrame cerebral. Después de cantar tantas canciones sobre salvar a la madre naturaleza, al final, trata de salvar la suya, en una súplica desgarradora y sombría. La edición de lujo incluye dos bonus tracks, “Upside Down 2” y “Russia”.
“Native Invader” refleja un muy buen momento de Amos en lo profesional, su voz, su energía, su intuición, su mensaje y la sobria instrumentación, hace de este un gran disco.