Con una hora de pura primera persona, el domingo pasado, en su debut por América TV -FortShow-, el multimillonario Ricardo Fort consiguió la marca más alta para el canal en lo que va del año y por momentos lideró el prime time; aunque no le alcanzó para ser lo más visto de la jornada: Trepando a picos de 10.9 puntos de rating y con promedio de 9.2, se posicionó como el tercer envío más visto, detrás de dos películas de Telefé (que anotaron 12.4 y 11.7). Si bien no pudo no rendir como él seguramente esperaba, el envío tuvo un arranque más que digno (dejar atrás al 9, su competidor; y sobre todo al 13 -que también puso cine- no es poca cosa para el canal del cubito). Claro que habrá que esperar como sigue la historia los domingos siguientes, menguado el factor sorpresa.

En cuanto a lo que mostró, luego de arribar a la fantástica mansión que alquiló en La Feliz piloteando su coche de lujo y de riguroso smoking, Fort hizo foco en "sus" logros, su felicidad por participar de Showmatch y "sus" dotes de cantante, con "Así", su homenaje a Sandro.

Para este nuevo "caprichito", Richard eligió un formato de reality al mejor estilo E! Entertainment, abocado a las celebrities de Hollywood. Salvando las distancias, el heredero de la empresa FelFort dedicó el primer capítulo a mostrar la "persona" detrás del personaje (muy mezclados, en verdad), su vida como el menor de 3 varones y la relación con su madre Marta.

"Mi madre siempre me apoyó. Pero, cuando fui a ver la obra de Antonio Gasalla (NdeR: Más respeto que soy tu madre) y vi esa madre tan controladora, veía a la mía", comentó luego que las imágenes pusieran en pantalla al humorista presentándolo como la persona que "tiene lo más importante para ser famoso: es millonario".

Tampoco faltaron las expectativas en torno a su llegada a las tablas con "Fort-una historia de vida", donde debutará como actor y productor en el Teatro Diagonal de Mar del Plata, el próximo 22 de enero. Pero la cuota de humanidad y ternura estuvo en Felipe y Martita, sus hijos, a quienes presentó en TV "por protección ante la inseguridad que vive el país".

"¿Qué quieren ser cuando sean grandes?", les preguntó. Felipe exclamó "dentista"; y la nena -que suele gritar "Papá no está" cuando la muchedumbre lo aclama en la puerta de su vivienda- le siguió con "veterinaria". Pero, guiando un poco la respuesta, Ricky -que luego jugó en el agua con ellos- insistió "¿y si no fueran eso, qué? ¿Quieren ser cantantes como su padre o ir por el lado de la actuación?". Ni lerdos ni perezosos, los pequeños respondieron cantantes y famosos como su progenitor, que también hizo saber qué opinaban los bajitos de la fama de su padre -opinión dividida- y qué les gustaba más de Mar del Plata: "¡la pileta!" respondieron con naturalidad infantil.

A bordo de su nave, dentro de su lujosa mansión, en sus fiestas, flasheándose con las fans, en las fiestas junto a su mamá y su media naranja; el rey de la noche tuvo espacio para las confesiones: "Siempre busqué la aceptación de los demás", dijo. De eso, no caben dudas.