Feliz por transitar las rutas argentinas con una apretada agenda de funciones que lo tendrá en carrera hasta agosto, inclusive en países limítrofes, Luciano Cáceres dialogó con DIARIO DE CUYO previo a su arribo a San Juan, el próximo domingo 12 con Desnudos, obra que batió récord de taquilla en Mar del Plata, durante el verano 2020 y que se consagró como una de las más elegidas del país en la segunda mitad del 2021. Más pleno que nunca, de manera paralela, el actor también se encuentra rodando La noche que luché contra Dios, bajo la dirección de Rodrigo Engler, en torno al atentado a la AMIA.
En un recreo antes de volver a perder señal en medio de las montañas de Córdoba para conectarse con la naturaleza y continuar la filmación, en tanto se prepara para retomar el tour que lo traerá a la provincia, se refirió al éxito de Desnudos y sus claves; y a la satisfacción de recibir el Martín Fierro a Mejor Actor Protagonista de Ficción por su labor en la 1-5/18, la novela que fue por El Trece y donde compartió escenas con dos de sus actuales compañeros, como es el caso de Gonzalo Heredia y Esteban Lamothe. Recordando la situación, Cáceres se refirió al momento que vivió cuando Marley gritó su nombre en la ceremonia, mientras él se encontraba en la ruta.
"Después de 6 nominaciones donde la gente de APTRA destacó mis trabajos, justo vengo a ganar cuando no voy. Pensaba que estaba cantado que no me lo iban a dar porque no estaba. Pero no fue así. Me agarró trabajando. Es más, me enteré cuando iba manejando saliendo de Rosario después de una función, emponchado en la ruta, lejos de estar en la alfombra roja, todo trajeado. Me dio mucha alegría. Uno no labura para los premios pero si vienen, bienvenido sean", reflexionó respecto al galardón.
Pero sobre todo, Luciano expresó que ya representa "un festejo enorme" el hecho de "volver a laburar". "En especial es muy lindo hacerlo con Desnudos, esta comedia dramática que plantea a tres parejas en estadios distintos, una pareja recientemente separada como la de Gonzalo Heredia y Mercedes Scápola, la de Brenda Gandini y Esteban Lamothe atravesando la primera etapa, la del amor más puro, con ambos activos sexualmente; y la mía con Sabrina Rojas, que por una cuestión empresaria se hace millonaria y se encuentra abandonando sus 20 años de matrimonio detrás del billete", relató sobre los roles que cada artista plantea en la producción.
Pero lo verdaderamente picante, según el intérprete es el juego que se arriesgan a poner en acción los personajes. "Hay un estudio sociológico que dice que vos no reconocerías a tu pareja con los ojos cerrados y al tacto,, y decidimos hacerlo. Eso no sólo nos pone al desnudo físicamente, sino que pone al desnudo lo que teníamos guardado para nosotros y la pareja en sí", consideró apuntando que "uno generalmente se fija en lo qué les pasa a los otros pero no a uno".
"De esta manera, desde el humor podemos hablar de grandes temas con la complicidad del público. Es que sí uno no lo vivió, puede identificarlo en alguien cercano. Al mismo tiempo, lleva a la reflexión, no es sólo un momento de risas. Nuestro trabajo siempre está relacionado con distintos momentos de la condición humana", destacó el protagonista que rescató que con Lamothe pertenecen a "la misma camada del teatro independiente" y que "la venimos remando desde ahí, hace 20 años".
"¿Qué es el teatro para mí? Yo siento al teatro como mi casa. Fui concebido literalmente en un escenario y he vivido en teatros. Es un lugar donde puedo desarrollar mi oficio. A diferencia del cine o de la tele, en las tablas el trabajo se completa en vivo con el público. ¡Por suerte me sigue dando adrenalina y todavía se me retuerce la panza antes de salir a escena!", exclamó haciendo hincapié en que lo que más le atrae del género es que "tiene la adrenalina del no vuelta atrás", algo "único" que nunca se va a representar de la misma manera.
Padre de Amelia (12), fruto de su relación con su expareja y también actriz Gloria Carrá; a los 45 años, el también actor de Los ricos no piden permiso, entre otras telenovelas y películas, se encuentra en uno de sus mejores momentos profesionales.
"Laburé de un montón del cosas en paralelo para poder comprarme libros y poder formarme. A mí no me asusta el trabajo, no dejaría nunca de desarrollar mi oficio sea para cuatro personas o en salas más grandes. Desarrollar una actividad va más allá del éxito exterior y a veces es hasta azaroso. Depende de apostar todo a lo que uno quiere. De hecho es lo que hice a los 20 años, con momentos buenos y malos", confesó para quien el "primer click" de su carrera ocurrió cuando se dio cuenta que tenía que encontrar su "particularidad" para hacer la diferencia.
"Uno de mis momentos bisagra fue El Elegido, ese trabajo me permitió hacer mi primer protagónico en la tele con Graduados, la entrada a la popularidad más grande", agregó quien, tras la pandemia, siente que hay "una alegría expansiva en el público".