De madre salteña, raíz paterna chaqueña y padrastro correntino -ambos músicos-, Luis Salinas agarró la guitarra por primera vez a los 6 años de edad para interpretar un chamamé. Y no la soltó más. Sin embargo, sintió el "miedo de no volver a tocar", según confesó, después de superar el virus a los 63 años y ya inoculado. Afortunadamente superó ese trance y el músico nacido en Monte Grande, padre de Juan (de 22) y Rita (de 11), retornó a los escenarios de Buenos Aires y pronto arribará a San Juan para cumplir una fecha en Nativo y otra en La Kelita, en su primera gira desde que arrancó la pandemia.
Muy cercano a su padre -quien falleció ayer al mediodía, como él mismo confirmó a DIARIO DE CUYO- Salinas recordó los inicios de una extensa carrera que lo llevó a distintas ciudades del mundo y lo trajo a la provincia en varias oportunidades. Su última actuación fue en la gala patria que se celebró en el Auditorio Juan Victoria en 2019 y, si bien, tenía un raid con 3 funciones agotadas en marzo de 2021, debió cancelar el viaje por resultar positivo de covid-19.
– ¿De qué manera se prepara para retornar a la provincia?
– Estoy emocionado de que la gente vaya a escucharnos, pese al frío. Así vuelvo a San Juan con mi hijo Juan, con quien actúo hace una década en dúo, mientras hace su proyecto en solitario y prepara su segundo disco en el estudio de Lito Vitale. Para agregarle lo rítmico sumamos a Alejandro Tula, un gran percusionista y amigo con el que toco hace 25 años.
– ¿Cómo será el concierto?
– En general hay muchas cosas que defino en el momento. Aunque hay un plan B siempre. La idea es ejecutar diferentes tipos de músicas de discos míos y autores conocidos pasando de la bossa nova a la zamba, soy muy abierto en ese sentido. Tocar la guitarra en esa zona es un gran compromiso…
– ¿Tiene pensado tocar repertorio de compositores locales?
– Es probable. Tuve la dicha de conocer a "El Negro" Villavicencio en Buenos Aires, un gran guitarrista. Fue hermoso. Hace muchos años yo tocaba boleros, música brasileña y salsa, y un amigo me dijo que nos encontráramos en su pizzería para tocar un rato. Cuando estaba ahí, vi a un moreno sencillo y humilde que pedía dos porciones de pizza y un vasito de vino en la barra. Mi amigo me preguntó si sabía quién era, que era un músico extraordinario que le estaba haciendo los cambios a Roberto Grela, el más grande guitarrista de tango de todos los tiempos. Yo me acerqué a hablar y él agarró la viola, tocó un tema y casi me muero. Después me dijo que se tenía que ir a hacer la segunda parte del show en El viejo almacén. Cuando pasaron los años, tomé dimensión de lo que era él como compositor y músico. La verdad, me sentí muy honrado de haberlo conocido. Hermoso recuerdo. Así que vamos a ver qué podemos armar de él.
– Acá, ya tocó con varios guitarristas…
– Con Rolando García Gómez y con otros músicos que conocí en reuniones. Es tan grande la cantidad de músicos y guitarristas que ha dado esa zona… Una vez el gran guitarrista flamenco Tomatito me preguntó cómo era la relación de la guitarra y Argentina, por supuesto que le puse como ejemplo la zona cuyana con sus tonadas, sus cuecas y las composiciones tocadas a tres voces. La música argentina es una de las más ricas del mundo por su variedad única, aunque no tiene la prensa que se merece.
– ¿Cómo define a la tonada?
– Es como la bossa nova, tiene una riqueza armónica y melódica. Por ahí no rinde mucho en festivales como Cosquín, pero es exquisita, fina, siempre es un aprendizaje tocar allá por la historia de San Juan con la guitarra.
– ¿Qué emociones le despierta este género?
– Tuve la dicha de acompañar a Mercedes Sosa con la Tonada del Viejo Amor y también a Pocho Sosa. Tocar tonadas es una sensación hermosa…
– ¿El espectador percibe lo que pasa en el interior del artista?
– El público no tiene por qué entender de armonías, melodías y ritmos, pero sí sabe cuando un artista es sincero. Creo que la música es una melodía espiritual, si no serían notas nada más.
– ¿Se siente referente de las nuevas generaciones?
– Yo trato como siempre de tocar lo que amo, a Juan siempre le digo que no tenga miedo de mostrar el alma, que toque lo que siente y que si ama la música lo demuestre tocando. Los primeros consejos que le di fueron sentir las notas y escuchar al compañero, que el mejor maestro es el propio tema, que no hay que poner el ego en la música porque mata al genio y aleja de la verdad y la música. A uno siempre le queda la duda de si uno elige la guitarra o la guitarra te elige a vos. Para mí, la guitarra es un regalo de Dios y por eso, en medio de esta situación sanitaria, para mí es tan lindo volver a tocar e ir a tocar para allá.
– Es la vida del músico…
– Es que la música es la vida.
- Dato
Salinas tocará el jueves 12 de agosto en Nativo (cel. 2645689953) y el viernes 13 en La Kelita a las 22 hs (cel. 2644194896). Posiblemente agregue otro recital.