Taylor Swift siempre se caracterizó por su permanente interacción en las redes, siempre hizo público cada sentimiento que tenía, su amor por los gatos y se hizo famosa por sus historias amorosas. Este año decidió guardarse, desconectarse, no exponerse tanto, y eso se ve reflejado en “Reputation”, su sexto álbum de estudio.
“Reputation” es el más íntimo de sus discos, en donde habla sobre cómo se siente cuando dejás de perseguir romances y le das a la vida la oportunidad de fluir naturalmente. Taylor Swift es una de las grandes estrellas de pop mundial, y nos entrega un disco en el que como nos tiene acostumbrados, siempre intenta hacer algo nuevo, aunque sin dejar de lado su personalidad turbulenta, excesiva y agitadora. Si bien para trabajo, Taylor escarbó dentro suyo, su fascinación por el drama goza de buena salud.
Cuando en Septiembre lanzó el sencillo “Look What You Made Me Do”, en donde se quejaba por los agravios y maltratos que recibió de otros famosos, el mundo pop esperaba que el resto del disco tuviera el mismo tono, sin embargo no es así, el resto de las canciones en su mayoría son canciones que hablan de amor entre adultos, dejando de lado las composiciones sobre aventuras amorosas.
Swift no hace discos directamente autobiográficos, a un año de romper su relación con el actor Joe Alwyn, no hace canciones de corazones rotos. Hay perlas como “Dancing With Our Hands Tied” que tratan de historias de amor duraderas. En “Call It What You Want”, canta “nadie escuchó de mí durante meses, estoy mejor que nunca”, esto es un ejemplo de pequeños detalles cotidianos que va soltando a lo largo del álbum, como “derramar vino en la bañera” y “construir fortalezas con mantas”. De paso se desquita de sus ex en “I Did Something Bad”.
Hacer una canción llamada “Dress” no es raro y roza lo obvio, sabiendo que a Taylor le encanta cantar odas a su ropa. “End Game” es un divertido R&R en donde cuenta con la participación Ed Sheeran y Future, un trío que nadie imaginó.
El delirante “Getaway Car” narra un triángulo amoroso que comienza en algún lugar elegante (“las corbatas eran negras, las mentiras eran blancas”) para luego terminar en un hotel y aclara que “nada bueno comienza huyendo en un auto“.
En términos generales “Reputation” es un disco uniforme con buenas canciones, en donde Swift no se inclina demasiado por las baladas, salvo en el track final con “New Year’s Day”, el momento más tranquilo del álbum, pero no por ello menos poderoso, en donde cuenta que se despierta después de una glamorosa fiesta de Año Nuevo y reflexiona sobre seguir con una compañía no tan glamorosa en un día no tan glamoroso. Un pequeño momento entre dos personas que el resto del mundo nunca notará.
“Reputation” es un muy buen disco de Taylor Swift, que sin lugar a dudas se lleva 4 estrellas sobre 5.