Nació en la ciudad uruguaya de Tacuarembó, esa que hizo suyo a Carlos Gardel, y va rumbo a las 8 décadas de vida (que cumplirá el 12 de julio). Es Olga Delgrossi y afirma que junto a la centenaria Nelly Omar son las dos voces mayores del 2×4.
Toda una "Dama del Tango", como la apodan en el Río de la Plata, ofrecerá una única presentación en San Juan, hoy a las 21.30, en la Biblioteca Franklin, con Jonathan Vera (guitarra), Claudio Rojas (voz), Romina y Elías en danza ($50 entrada gral. y $40 para milongueros).
Montada sobre sus zapatos de tacón -porque "jamás me desprendo de ellos", dirá- se admite coqueta y luce radiante en su vuelta a la provincia. "Vine dos veces, la primera, fue un verano del "70 y no se podía respirar del calor", recordó.
¿Por qué volvió a suelo cuyano? Su pareja es un uruguayo cuya hija radica en San Juan junto a su marido. Ambos le enviaron al hombre un disco del pianista sanjuanino Orlando Trípode cuyas notas iban a la par de una voz femenina. Como el mundo es un pañuelo, esa voz resultó ser la de "Olguita".
Sus inicios
"Yo empecé cuando era chiquita hasta que sentí la necesidad de cantar y ya en Tacuarembó había ganado todos los concursos de nuevos talentos. A los 14 años, mi papá decidió vender la casa y nos mudamos a Montevideo con mis 9 hermanos y mi mamá, para que me dedicara al canto", recuerda.
Pero, como dice ella, "las rosas tienen espinas". Y tuvo que deambular por las radios y escuchar varias veces "señorita ya la vamos a llamar", para llegar a ser una profesional.
El espaldarazo se lo dio el maestro Donato Racciatti, a quien conoció a través del representante de D’arienzo. Así se proyectó a Buenos Aires, actuando "desde el norte al sur argentino". Después siguió la convocatoria de Luis Stazzo y Trípode para ser parte de Los 7 del Tango, en los "70; dúos con grandes como Roberto Goyeneche, y periplos por Inglaterra, Francia, Estados Unidos, entre otras. "La pasión por el canto y mi voz son los dones que Dios me dio y me hacen feliz", reflexiona Olga.

