Está nominada por primera vez a un Oscar en el rubro Mejor actriz secundaria por su desempeño en El poder del perro, el western de Netflix ambientado en 1925 y postulado en otras 11 categorías en la gala que tendrá lugar el próximo domingo 27. Y es una de las favoritas a alzarse con la codiciada estatuilla. En especial, porque su gran logro radica en haber sobrevivido a la maldición de los niños prodigio mientras esperaba su gran despegue en Hollywood, en la lucha contra una cruel depresión, asfixiada quizás por el sistema.

"Creo que esta industria nunca me ha tenido en cuenta’, dijo la actriz que se prepara para cumplir sus 40 años, el 30 de abril. 

Era una niña cuando su madre la arrojó a ese mundo salvaje. Así, al cumplir 3 años, obtuvo un contrato con las agencias de modelos Ford y Elite. Y tuvo que cargar con el estigma de la niña bonita en un contexto familiar en el cual la distribución del dinero que ganaba fue motivo de la ruptura de sus padres.

Tras participar a los 7, en Historias de Nueva York, de Woody Allen; obtuvo un notable papel a los 12, en Entrevista con el vampiro. A los 19, la fama internacional golpeó a su puerta como la Mary Jane Watson en la trilogía de Spider-Man de Sam Raimi y, ahí, tuvo que sortear el prejuicio de un productor que no estaba contento con su sonrisa "perfecta’. Pese a la incomodidad, logró mantener su dentadura original y de ese modo adquirió confianza necesaria para continuar fiel a su apariencia. Aunque, a los 27, se internó en el Centro de Tratamiento Cirque Lodge de Utah; esa experiencia le sirvió para conocerse. Impecable, natural, afianzada y más segura que nunca de lo que vale.

 

Look

Prolijidad y sutileza. Pese a cambiar del rubio al rojizo y del rojizo volver nuevamente al rubio, la artista no es de hacer grandes modificaciones, si bien en la alfombra roja opta por los recogidos y accesorios delicados para acompañar sobrios vestidos largos.