En la final del año pasado, Pelín APC (Lautaro Vega) y sus compañeros Nekro y MRN escribieron las primeras páginas de la historia del Freestyle cuyano. Aunque la Batalla de Gallos de Red Bull de la edición 2022 tuvo un destino diferente, aquella primera experiencia dejó marcas muy positivas para él. Las ganas de revancha volvieron a encender el motor competitivo y el fin de semana pasado, tras un arduo cara a cara, ganó la regional de Cuyo, disputada en Mendoza. El artista caucetero vez lució todo su talento en la arena y clasificó para participar en la final nacional de la competencia oficial más importante de la escena urbana del país. Sus compañeros y rivales lo respetan, le tienen afecto y admiración. Pelín tiene carisma pero sobre todo, humildad y simpleza para decir lo que quiere decir, lo que piensa y lo que siente sin filtro. Como cualquier joven sueña con vivir de su arte y ser referente de la música urbana, pero no por fama, sino para traccionar a otros como él que buscan transformar sus vidas. Busca que el éxito no le toque a uno solo, sino que sea un pasaporte para los que están por venir.
‘Aunque el año pasado me fue bien y salí tercero en la regional (disputada en el Teatro Sarmiento), me quedé con un hambre en la final de Buenos Aires, que decidí empezar de nuevo’, contó Pelín en diálogo con DIARIO DE CUYO. De una selección previa de 3 mil participantes, logró estar primero entre los 4 finalistas de Cuyo para el evento principal en CABA. Hasta que se realice la final -será en octubre- deberá esperar al resto de los competidores que encabecen las otras zonas de Buenos Aires y Córdoba. Mientras tanto, el caucetero se encuentra expectante, aunque la ansiedad suele ser traicionera: ‘Me siento tranquilo y disfrutando del momento, compartiendo esto con mis amigos; pero es verdad, cuando estás en esta etapa, te comés la cabeza pensando si te irá bien o te irá mal. A veces uno se autosabotea también con estas cosas, pero debo ser fuerte mentalmente y con mucha confianza en que seguiré adelante’, dijo convencido Lautaro.
Pelín tiene 25 años, se crió en el Barrio Juan Jufré de Caucete y hace 13 viene rapeando en plazas, esquinas, semáforos, colectivos y en competencias locales e internacionales. Cuando el Hip Hop era algo muy poco visible, él se juntaba con amigos, armaba su propio grupo y aprendía de chicos más grandes que él. Luego fue entrando en los circuitos urbanos de la Plaza Aberastain, en Plaza Italia y estuvo un tiempo también en Chile. ‘Hacíamos lo que cualquier pibe adolescente tenía, rap, patinar en el skate y hacer grafitis. Siento cariño por ese tiempo porque fuimos muy felices y soñamos vivir de esto, como cualquier chico que juega a la pelota sueña con triunfar siendo futbolista. Nosotros queremos lo mismo, rapear para romper la realidad con el micrófono’, argumentó el joven.
Ante la popularidad creciente de las batallas de freestyle, los ritmos urbanos y el hip hop, Pelín considera que por más que comercialmente sea un éxito para muchos, hay ciertas reservas de los ‘de abajo’, de los propios pibes, que no podrán quedar a merced del negocio lucrativo. ‘Es muy difícil que el negocio se coma al arte. Sobre todo en el Hip Hop. Si bien hay artistas que se comercializan, como Duki, él está haciendo una buena carrera. Él salió de donde salimos todos, de la calle y se hizo conocido, la pegó. Pero no vende su origen y lo que es. Si tiene la oportunidad de hacerse profesional y vivir de la música, no está mal’, dijo. Y agregó: ‘lo comercial y lo artístico pueden ir de la mano. En eso el Hip Hop no discrimina. Pibes y pibas tienen su espacio propio y en una plaza, no importa en qué clase social estés, nadie te va mirar mal por la zapatilla o por la gorra que tengas. En la plaza todos somos iguales’.
Otra habilidad potente que desarrolla Lautaro en la pista es la potencia de sus palabras. Por sus experiencias, por haber estado tres años en situación de calle, por sus viajes y por su interacción en otros ámbitos culturales, sostiene que el rap le ayudó a tener una observación y comprensión profunda de la vida social y política, fuente creativa de su crítica: ‘Antes mi viejo agarraba la guitarra de rock y decía lo que le pasaba. Hoy los pibes nos prendemos por la fuerza de expresión que nos da el rap. Otro día me junto con amigos murgueros y soy parte del carnaval y después colaboro con los chicos de Fermental a cantar punk. El rap me ayuda a contar lo que me pone alegre y lo que me parece mal de la sociedad. La gente se queja de todo, desde el que tiene poco y nada, que se queja lo que le falta. Y también el que tiene mucho, se queja por querer tener más. Eso crítico, las contradicciones de la gente’, expresó.
Su mayor aspiración es ‘convertirme en el chabón que saque adelante a los pibes. Formar algo sano que le haga bien a los demás y si me va bien, le irá bien a otros que quieren que el Hip Hop crezca’, declaró. ‘Si logro vivir de mi arte, me imagino alcanzar una vida más tranquila. No quiero una vida loca de lujo y derroche, sino lo justo y necesario para darle oportunidades a otros y puedan triunfar como yo. Y con el dinero que vaya ganando, construiré mi casa’, agregó Pelín, que al parecer en esta temporada viene más afilado que nunca.
Red Bull Batalla
En un largo camino a recorrer, Pelín encabeza junto a Jaff, UNK y Vid Urbana. En esta nueva edición estarán presentes los pre-clasificados de 2022 CTZ, Larrix y Jesse Pungaz, así como los mejores de Córdoba y Buenos Aires. La Final Nacional de Red Bull Batalla será el próximo 28 de octubre y se podrá ver a través del canal oficial de YouTube de Red Bull Batalla.