Después de luchar contra el cáncer durante cuatro años, el cuerpo de Pau Donés, el popular vocalista de Jarabe de Palo, no pudo continuar dando más batalla. El cantante padecía un cáncer de colon, cuyo diagnóstico se produjo en agosto de 2015.

 

Desde entonces su recorrido para combatir a la enfermedad fue inclaudicable. Lejos de quejarse, en el momento en que se enteró de lo que debía afrontar, decidió vivir con plenitud y sus días con mucha intensidad y una actitud positiva. "Aun a sabiendas de que el ‘cangrejo’ puede matarme en cualquier momento, también me ha dado una perspectiva única que me hace mucho más consciente de la vida que llevo y del tiempo que tengo.

 

Por contradictorio que parezca, el cáncer me ha dado momentos gloriosos, de una clarividencia brutal, de una emoción como nunca antes había sentido", dijo el músico en una de tantas entrevistas recientes. Aunque con postergaciones y dificultades, en 2018 lanzó "Jarabe Filarmónico", una recopilación de sus grandes éxitos acompañados por la Orquesta Filarmónica de Costa Rica.

 

Y a pesar de la pandemia, hace pocos meses había anunciado su regreso a la actividad: "Pisar el escenario es en lo único que pienso". En mayo salió el último disco, "Tragas o escupes", pero aguardaba ser lanzado en recitales una vez superada la cuarentena en España. Es una de las voces más queridas de ambos lados del continente, pero no se será olvidada fácilmente, porque a millones de seguidores les quedará grabado a fuego en la mente melodías suaves y pegadizas de canciones tan emblemáticas como "La flaca", "Depende", "Humo", "Grita", "Bonito" y "Tiempo".

 

La noticia de su muerte, sacudió al ámbito de la cultura hispanoamericana, puesto que es una voz referente para muchas generaciones, no sólo de seguidores y escuchas, sino también de artistas y colegas de la música. Figuras como Rosana, Alejandro Sanz, Enrique Bunbury, Estopa y muchos más transmitieron mensajes de afecto y condolencias a su familia.