Maximiliano Guerra y el Ballet del Mercosur regresan a la provincia con el exitoso espectáculo musical de Carmen que se realizará esta noche en el Teatro Sarmiento (a las 21.30, entradas a $300, $270, $230 y $200), junto a su mujer, la bailarina Patricia Baca en el papel protagónico. Luego de una intensa prueba que tuvo en el Bailando por un sueño, el consagrado artista dialogó con DIARIO DE CUYO sobre la exposición que está teniendo en la televisión desde que participa en el ciclo creado por Marcelo Tinelli. Considera que la televisión es una gran aliada para popularizar la danza: ‘La TV es un espacio donde se puede promover mucho y llegar fácilmente a todas las casas. No pretendo que desde un lugar elitista, la gente deba recorrer kilómetros sólo para entrar al Colón o al Argentino de La Plata’. Hace varios años que tiene presencia en la pantalla chica y formó parte de realitys como Talento Argentino y Celebrity Splash. Después de muchas idas y vueltas; y también algunas condiciones pedidas por él, finalmente aceptó estar en el Bailando 2014. ‘El reality me seduce porque es una manera de acercar al bailarín clásico a millones de telespectadores. Antes, no quería estar porque el Bailando había perdido su rumbo original, estaba enfocado en otra cosa. Ahora es diferente y con Patricia disfrutamos ayudar con nuestro arte. También estamos aprendiendo ritmos nuevos que para nosotros nunca lo hicimos y estamos ante un jurado con sus opiniones que hay que aceptarlas’, dijo el bailarín. Según Guerra, está dispuesto a recibir las críticas de Nacha Guevara, Soledad Silveira, Moria Casán o Marcelo Polino: ‘no queremos armar peleas, ni discusiones, solamente queremos mejorar día a día como artistas. No se trata de bancarlos, es aceptar la opinión válida de cuatro personas que tienen derecho a decir lo que piensan. Hay que aceptar toda crítica. El artista que crea que no tiene más nada por escuchar, estaría terminado’.
Showmatch invita al juego de una virtual ‘guerra’ entre mediáticos y virtuosos, sin embargo, Maximiliano afirma categóricamente que no cree en ello, ‘soy anti consumidor de tele, no sigo lo que dicen los programas de chimentos. Sólo vamos en busca de este sueño importante para ayudar a los niños con piel de cristal. Me gustaría saber si la gente está enterada de esto que resulta más interesante, en vez de medirse a ver quién es virtuoso o quién es mediático. Defínanme virtuosismo y virtuosidad. Pueden darse debates profundos e interesantes. Pero somos todos mediáticos porque estamos en la televisión. El que intenta bailar y lo hace, eso es ya un artista virtuoso’.
Finalmente, el artista también trató de bajar el tono confrontativo con su colega Hernán Piquín. ‘Muchas veces salen cosas que digo sacadas de contexto y se transforman en pequeñas chicanas sin importancia. A Hernán lo quiero mucho, lo conozco desde que era niño, es un bailarín súper talentoso y eligió este medio para hacerse conocido. Me parece leal y noble, él tiene su libertad y derecho de hacer su carrera como quiera. Además, abrió una brecha enorme, por ser el primer bailarín profesional que participa en Bailando por un sueño. Esa brecha permitió que todos nosotros entráramos en el ruedo como Patricia (su esposa), Eleonora Cassano, Mora Godoy, Laura Fidalgo, bailarines de alto rango. Si lo que dije antes se malentendió, lo vuelvo a decir para que quede claro, la danza en la televisión no se puede disfrutar tanto como en un teatro. Hernán es un bailarín más interesante en las tablas que en la tele. Es mi visión nada más’.

