A punto de convertirse en un clásico de las temporadas, Música para volar regresa a San Juan para mostrar su nuevo espectáculo, "Soda sinfónico" con dos funciones el viernes 14 en el Auditorio Juan Victoria (la primera agotada). El concierto navega por el repertorio del gran trío argentino sumando músicos y voces sanjuaninos, con dirección de orquesta y coro del maestro Jorge Fuentes. 

"Estamos mostrando el nuevo show en las distintas regiones. Estamos muy felices. Es un espectáculo donde recorremos toda la discografía de Soda Stereo con arreglos originales para orquesta y coro, y donde todo gira en torno al concepto de ritual y vamos a ir procurando que el espectador pueda meterse en esa sensación de estar participando de una experiencia colectiva, donde la música es la protagonista y nos transforma" comentó José Matteucci en diálogo con DIARIO DE CUYO, voz y baterista del grupo.

Junto a Alexis Thompson en guitarra, Julieta Sciasci en bajo y voz y Bruno Moreno en piano y arreglos, Matteucci honra la música del power trío que formaron Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti con respeto y profundidad. 

"Soda Stereo es una referencia ineludible a la hora de pensar el rock latinoamericano, es una banda que refleja cómo se puede, aun estando en lo más alto del éxito del continente, no dejar de expandirse nunca y cambiar las fórmulas, las maneras de producir y componer música, eso es muy inspirador" compartió el artista que resaltó el valor de cada disco editado por Soda. "Han dejado no muchos discos, pero cada uno con un valor increíble, que habla de la capacidad de estar conectados con diferentes estéticas musicales, tener la inteligencia, la capacidad compositiva – en el caso de Cerati- para dialogar con esas estéticas, pero seguir siendo personal y encontrar maneras de decir, así que Soda es una gran escuela; sus canciones son parte de la vida de todo el continente y tocarlas implica hacer resonar todo eso. Cuando se trata de obras tan icónicas ponerlas a sonar, implica mover esas cosas tan profundas en cada unas de nuestras vidas y abrir esos espacios que nos implica mucho compromiso y responsabilidad.Soda es una puerta abierta a nuestras experiencias, un modo de aprender a disfrutar de la belleza", aseguró el músico.

Música para volar viene de girar con un Charly unplugged, que estrenaron luego del Cerati sinfónico (dedicado a la obra solista de músico) y ahora se concentraron en la obra del trío. 

"Este Soda sinfónico nos permitió a nosotros tocar repertorio que hasta ahora no habíamos abordado, de las distintas etapas de Soda; porque cada disco de Soda tiene una identidad estética y sonora muy clara y nosotros en este concierto vamos abordando esas facetas. Tenemos los arreglos de nuestro pianista, Bruno Moreno y que aborda situaciones musicales que no habíamos tenido antes, instrumentos que no habían sonado, como un vibráfono en uno de los arreglos y también nos permitimos durante el espectáculo, ir abriendo una suerte de ventanas, preguntándonos con qué música dialoga la obra de Soda e ir marcando esa constelación de músicas que conversan con su música", dijo el baterista, que identificó claramente cuáles son las otras famosas bandas que de cierto modo subyacen a la música de Soda. "Fuimos entendiendo cómo en su surgimiento en los ’80 dialoga con la música de la New age, como The cure, The police, Queen, como aparece Led Zeppellin como una referencia en la producción guitarrística de Cerati; Los Beatles, como gran referencia de toda la música pop de la segunda mitad del Siglo XX.. Abrimos el juego y pensando que esa música está ahí sonando en la música de Soda, nos dejamos llevar también" por esa vertiente de rock que Matteucci considera "la primera escuela" de Música para volar. 

Sobre el Soda Sinfónico, el artista adelantó que tiene muchos más segmentos sinfónicos que los anteriores y la incorporación de nuevos sonidos. "Hay un momento que sólo hay orquesta y voz, formato que hasta ahora no habíamos abordado, hay sonoridades que se buscaron en distintos arreglos que hasta ahora no habíamos hecho. Bruno fue muy osado en las cosas que se fueron escribiendo y que luego, en el proceso con cada orquesta , tiene gran riqueza al trabajarlas; ver cómo cada instrumento de una orquesta sinfónica, tiene posibilidades tímbricas, que van más allá de solamente pensar en las notas que vamos a tocar los 50 instrumentistas, sino también como podemos hacer sonar a nuestros instrumentos y eso combinado genera una potencia que a nosotros nos enamora y en definitiva dedicamos nuestra vida a esto, porque es un placer inmenso". 

Apenas dando algunos datos, para no arruinar la sorpresa, Matteucci contó que hay momentos en los que "la banda se apaga" para dejar como protagonista algún sonido o instrumento en particular y que tiene una impronta tanguera por momentos, sonando casi como una orquesta típica. "Nos preguntamos si hay algo de tango en Soda", comentó sobre esa elección para este concierto donde no faltan clásicos como Ciudad de la furia, Corazón delator, Cuando pase el temblor o Té para tres; pero también hay algunas composiciones del Soda más experimental de los ’90 y de sus inicios en los ’80. Matteucci confiesa que disfruta todo el espectáculo, aunque tiene sus favoritos. "Hay momentos que me producen una vibración particular, hay una versión de Signos que es muy potente, Corazón delator siempre me moviliza y últimamente , la Ciudad de la furia, hay algo que se produce con el público" relató el músico que destacó que disfrutan "el costado humano" de cada función al reencontrarse con los músicos con los que colaboran en cada ciudad, que en San Juan son casi todos de la Orquesta Sinfónica de la UNSJ y Coro Vocacional de la UNSJ. 

El DATO

Soda Sinfónico. Música para volar actuará el viernes 14 de julio, a las 20.30 (agotada) y 22.30 en el Auditorio Juan Victoria. Entradas:de $5.700 a $6.900 en Entradaweb y boletería.