Pianista, compositor, arreglador y director de orquesta, el argentino Carlos Franzetti es un nombre conocido en la música académica, el jazz y el tango. Músico notable y premiado que, hoy, tendrá contacto con San Juan virtualmente, al ser parte del Ciclo de entrevistas que Mozarteum realiza como parte de su temporada digital (a las 12.30 en Radio Concepto).
"¿Cómo está el clima allá? Acá está empezando el otoño", preguntó a DIARIO DE CUYO el ganador de seis premios Grammy en el inicio de una charla amena desde Nueva Jersey donde vive con su segunda esposa, la pianista Allison Brewster. Contó sobre la cuarentena y de cuánto extraña los conciertos en vivo. Como al pasar, comentó que tuvo Covid y está perfecto, a los 72.
"Esperemos que esto pase, porque lo del streaming me parece muy novela de Ray Bradbury, no me parece muy bueno. De todas formas yo no me siento tan afectado porque siempre he sido un ermitaño desde el punto de vista de mi trabajo, es solitario, hace más de 20 años que mando mi trabajo por e-mail", apuntó el compositor que tiene listas para estrenar una suite a tres pianos y un concierto para viola y orquesta.
Desde jazz a sinfonías, pasando por música latinoamericana, salsa y tango, su preferido. No hay límites para este artista que vive en Estados Unidos desde los ’70, donde su talento llamó la atención de importantes figuras. Trabajó con Paquito D’Rivera, Celia Cruz, Rubén Blades, Gloria Gaynor, por nombrar algunos. Pero nunca cortó el lazo con Argentina y por eso compuso la música del filme La película del rey, grabó con el Polaco Goyeneche, Luis Alberto Spinetta, Fito Páez y Mercedes Sosa. "Con Mercedes grabé tres discos. El primero fue Vengo a ofrecer mi corazón, ella es la mayor exponente de la canción argentina y conocida en toda América como una tremenda intérprete, a la que quise muchísimo como persona además de como cantante".
Franzetti piensa que la música argentina está muy bien considerada en Estados Unidos, que tiene mucha más difusión que hace 42 años cuando él llegó. "Creo que a través de espectáculos como Tango argentino, la música argentina entró visualmente; al principio fue por medio de la danza, del baile y después por el tango, lo que fue Piazzolla, Salgan y tantos otros" comentó el músico que recordó su trabajo de los primeros años como arreglador de artistas de salsa en el sello Fania. "Mi interés siempre fue la música clásica y el jazz, pero como arreglador me tocaba hacer arreglos en todo tipo de música. Un arreglador es un poco como un actor, hoy hace un rol y el año siguiente otro y yo me ajustaba a todo eso" apuntó y admitió que su corazón es del tango y de hecho dos de sus Grammy latinos son por discos donde el 2×4 es protagonista.
"Yo tengo un cierto acento, siempre vuelvo a mis raíces: el tango y el folclore, los orígenes de la música argentina, eso no creo haberlo perdido. En mis composiciones clásicas siempre hay elementos de la música argentina", dijo el compositor que incluyó una chacarera en una de sus obras para piano.
Para Franzetti "el tango es una de las músicas más difíciles de hacer, porque no tiene un pulso constante como tienen otros géneros musicales, como el jazz o bossa nova; en ese sentido está mucho más emparentado con la música clásica", aseguró y consideró que por esas características "es la única música popular que se puede tocar con una orquesta sinfónica sin que pierda el sabor de lo que el tango es rítmicamente".
Y para él, que es fanático de Piazzolla, el tango sería distinto sin el autor de Libertango. "Hubiese evolucionado de todas formas, pero Piazzolla estaba predestinado a hacer lo que hizo. Sus influencias fueron determinantes, además de su talento y genio" opinó sobre Astor, a quien conoció y con quien solían juntarse a comer. "Las comidas con Piazzolla eran muy divertidas, hablábamos de música, de política, de cine. Un día él me preguntó ‘por qué no hacés tango, si querés te ayudo en los estilos’ y yo le contesté ‘si llego a hacer tango me voy a parecer demasiado a vos, prefiero el jazz’" recordó Franzetti.
El pianista resaltó que los grandes compositores clásicos de la historia han sumado siempre la música popular de su lugar a sus obras. "Es muy bueno que la música tenga la raíz del país donde fue creado. No nos olvidemos de Alberto Ginastera que en los años 40 hizo composiciones que tenían una gran influencia folclórica. En Hungría, Béla Bártok usaba el folclor húngaro y rumano. La música clásica se ha nutrido mucho de la música popular" comentó y por eso le parece acertado que haya orquestas sinfónicas que sumen obras populares a su repertorio. "Es una forma de acercar a la gente, eso atrae a otro público que quizás jamás va a ir a una sala de concierto, es una forma de difundir cultura en un margen mucho más amplio de lo que era hace unos años".
Después de cinco Premios Grammy Latino y un Grammy de la música anglosajona y otras tantas nominaciones, Franzetti tiene experiencia en premios, aunque habla de ellos con humildad y los atribuye a una carrera "bastante larga". El músico recuerda particularmente la fecha del primero que le otorgaron.
"Fui a Los Ángeles, estaba nominado, no sabía si me lo iban a otorgar. Llegué a esa ciudad el 10 de septiembre del 2001, el 11 fue el atentado a las Torres gemelas, se suspendió todo. Estábamos con mi mujer en Los Ángeles y alquilamos un auto y cruzamos el país, que nos llevó tres días y medio", recordó el maestro que opinó que no se deja deslumbrar por los galardones. "Ayudaron desde el punto de vista de la difusión y en que cuando uno manda un currículum, tiene eso ahí. No los tomo ligeramente, porque además los comparto con otra gente; y claro que me da orgullo, son como un grado o un título, pero tampoco me baso en eso y digo: ‘Yo tengo todo eso y por tanto me tienen que contratar’".
DATO
- Carlos Franzetti. A las 12.30, ciclo de entrevistas de Mozarteum, con Patricia Aguilar de Marún y Sebastián Olivera. Radio Concepto e Instagram Live.