Mañana el Auditorio Juan Victoria albergará una gran velada de jazz, un encuentro entre músicos locales encabezados por Tito Oliva y el guitarrista ruso Sergey Chashkin. Llegado directamente desde su país natal, con una parada en Buenos Aires, donde actuó, el músico habló con DIARIO DE CUYO. "Me encontré con músicos que no conocía y tocar en este auditorio me interesa mucho" dijo el artista que se unirá a un ensamble que, además de Oliva, integran Rosalba Oliva, Gaspar Videla, Diego Vega y Santiago Molina. El programa incluirá una buena dosis de composiciones de Sergey y de Oliva, algunas en estreno, y estándares ya consagrados.
"Me impresionó la arquitectura, los colores y la atmósfera que hay aquí. No entiendo cómo actuaremos en una sala tan grande, pero vamos a intentarlo", dijo, simpático, el guitarrista que habla apenas unas palabras en español, maneja el inglés, pero prefiere charlar en ruso, por lo que Rosalba, pianista sanjuanina que vive en Rusia -hija de Tito Oliva-, oficia de traductora.
La crítica especializada describe a Chashkin como un virtuoso músico que consigue fusionar sus influencias rusas con el jazz y sobre eso él opina que es la música clásica la que es fundamental en su país, lo que sirve de base al género que eligió para desarrollarse artísticamente.
"Me gustaría que la persona que me escuche le prestara atención no especialmente a la técnica, sino a la música y al sentido musical" aseguró, con humildad, el músico al hacerle notar sus habilidades interpretativas.
"Sergey tiene algo cuando toca que es difícil encontrar en otros músicos virtuosos, que cuando tocan les gusta alardear, como diciendo ‘miren qué bien que toco’. Pero él no lo hace. Le pregunté una vez sobre esto y me dijo que él trata de poner la música por encima de todo, no es importante la persona. Siente que está al servicio de la música" aseguró Rosalba, con admiración por su colega, quien además es su pareja hace poco más de un año.
Como otros niños, Sergey empezó estudiando música en conservatorios y luego la guitarra lo llevó al rock. Tiene 37 años y cuando era un veinteañero se dejó seducir por el jazz. "Es un camino habitual, es raro encontrar un guitarrista que empiece en jazz directamente con la guitarra y quizás ahora elegiría otro instrumento, piano o trompeta", refirió el músico que perfeccionó su técnica por tres años justamente donde nació el género, en Estados Unidos. Las diferencias históricas entre ese país y el suyo no detuvieron a Sergey para viajar y aunque reconoce que el tiempo que vivió ahí fue bien recibido, admitió que no tuvo amigos estadounidenses, sino que eran de otras nacionalidades.
"Esa rivalidad es política, pero la música es un idioma universal y especialmente el jazz. Cuando me encontré con estos amigos nuevos, fue complejo entendernos, era difícil para mí explicarme en español y ellos no entendían en inglés, pero mientras estábamos tocando nos dimos cuenta de que todos hablábamos el mismo idioma y nos entendimos" sostuvo quien también brindó un concierto en Buenos Aires, donde logró una interesante conexión con el público a través de su música y algunas frases en español.
Aunque fue en las primeras décadas del siglo XX el jazz hizo pie en Rusia, Chashkin reconoce que recién "hace unos 15 años ha tenido más difusión, en las universidades se están abriendo cátedras de jazz y hay nuevos clubes". "No es la música más simple para el público y para los músicos es muy difícil ganar dinero solamente haciendo jazz, pero está creciendo" aseguró el músico, que es un activo difusor en su ciudad, Ekaterimburgo, dando clases, organizando jam sessions y conciertos.
En paralelo, esta presentación en San Juan es vivida con gran expectativa por Rosalba Oliva, ya que compartirá escenario con su padre y con Sergey, además de regresar a un escenario que la conmueve. "Hace tres años que no venía, estoy feliz de ver a mi familia, aquí es donde estudié, tuve mi primeros conciertos… Me trae muchísimos recuerdos, siento muchísima emoción de estar aquí" contó la joven que tiene 33 años y hace 10 partió a perfeccionarse en piano en Rusia. Allá se quedó, es pianista acompañante en una academia de ballet y tiene un grupo de música latinoamericana con un clarinetista colombiano. "Es mi segunda casa", comentó la instrumentista.
Consultado por la actualidad europea y el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, Chashkin fue categórico: "El jazz y la música unen las culturas y promueven la paz. Estoy en contra de la guerra en la que sufren las personas comunes que quieren vivir en paz. Si los gobernantes fueran músicos de jazz no habría guerras", lanzó el guitarrista sobre la preocupante situación con la que conviven los países de Europa del Este. Mientras tanto, de visita en el otro lado del mundo, se mostró abierto a relacionarse y seguir demostrando que la música tiende puentes.
El dato
Encuentro internacional del jazz. viernes 28 de julio, 21.30hs en el Auditorio Juan Victoria. Bono solidario: $1.000 en boletería de la sala.
Crédito DANIEL ARIAS