"Está completamente lúcido". "Está totalmente despierto, se comunica y escribe". "Cuando despertó (el domingo), intentó sacarse el tubo (de respiración asistida). "Hoy por la mañana (por ayer) nos hacía chistes por medio de gestos". "Es un paciente que colabora muchísimo". Esas fueron algunas de las frases que dijeron ayer los médicos -Claudio Burgos, director del equipo que hizo la cirugía; y Sergio Perrone, cardiólogo- sobre Sandro, quien el viernes pasado recibió un doble transplante de corazón y pulmones y que anoche cumplía las 72 horas críticas, si bien continúa transitando una semana muy delicada.

Los facultativos aclararon que el Gitano -al que están manteniendo en un peso de 71 kilos- no tiene sedación, tampoco necesita calmantes y tolera "como pocos" la entubación, probablemente porque ya la experimentó antes.

Los médicos también informaron que no hubo contacto entre las familias de Sandro y del donante y comentaron que el procedimiento de transplante sufrió un retraso de dos horas, debido a que fue una donación con intervención judicial, porque el donante -un joven de 22 años- llegó al hospital porteño herido por arma de fuego.

Respecto de si el artista volverá a cantar, los doctores -que en todo momento resaltaron el trabajo en equipo- destacaron que ahora lo más importante es su salud. "Lo primero que queremos es salvarle la vida. Lo queremos levantadito y caminando", subrayó Perrone, quien sólo acotó, sin alarmar, "un problemita renal que provoca algunos inconvenientes".