"Que esta primera autobiografía que hago, sea con una editorial tan reconocida como Sudamericana, superó lo que yo podía esperar, estoy sorprendido". Así define el orgullo de ser protagonista de una portentosa obra testimonial como "Soy Rony Vargas"; el sanjuanino que se radicó en Córdoba hace muchos años junto a su coterráneo Mario Pereyra -con quien es propietario de la radio Cadena 3- y donde sus cuatro hijos le dieron 10 nietos.
El platinado caballero presentará su libro en San Juan el próximo 17 de mayo en el Teatro Municipal (ex Cine San Juan), acompañado de personalidades de la locución y el folclore de la provincia. Pero, previamente; este martes 3 de mayo a las 17, hará el lanzamiento de "Soy Rony…" en la sala José Hernández de la Feria del Libro (stand de Planeta). Allí, quien inaugurará la ceremonia será Cacho Fontana, y también estará presente el escritor y secretario de redacción de La Nación, Jorge Fernández Díaz.
"Vamos a matizar cada segmento con música, así estará Claudia Pirán para ilustrar mi etapa de San Juan, Los Cuatro de Córdoba por mi experiencia en Córdoba y Víctor Heredia y Jairo para el reconocimiento a un amigo fallecido con la canción Tiernamente amigos", según comentó, evocando a uno de esos 12 amigos de andanzas con quien hacía de las suyas en Caucete.
"Nos gustaba llamarnos los 12 apóstoles", confiesa Rony en referencia de ese hermano del alma que ‘quedó en el camino, de manera triste, al morir trágicamente’.
– ¿De cazador de historias a contador de la suya?
– De la mía propia. No es ficción, hay mucha emoción, todo está hecho con sentimiento.
– ¿Por qué aceptó hacer el libro?
– Acepté por la seriedad que representa una editorial de esta naturaleza, porque tenía necesidad de contar mis experiencias con la radio y porque estoy por cumplir 50 años de actividad en 2012.
– ¿El desafío de exteriorizar sus vivencias lo hizo replantearse la idea?
– No soy un hombre cerrado, soy de contar mis cosas y relacionarlas con otros hechos; eso es lo que llamó la atención de la editorial, el año pasado, en la presentación de Marcos Aguinis. Allí, el gerente me propuso la idea, yo le dije que no me sentía capaz de hacer un libro pero sí de narrarlas, entonces pusieron a una escritora reconocida como Reina Carranza para volcarlas en el papel.
– Esta no es su primer obra…
– Tengo varios libros en los que fui indirectamente protagonista, el primero fue con notas acompañadas de un disco; y luego vino "Aquellos que aman" con cartas de los oyentes que presenté en la Feria del Libro de 2010
– ¿Qué lugar ocupa San Juan en estos recuerdos en tinta?
– Un lugar importantísimo. Destaco fundamentalmente la formación que tuvimos en una época gloriosa de Radio Colón, y a Francisco Bustelo Graffigna, quien fue un hacedor de lo que somos ahora; hablo en plural porque me refiero también a Mario Pereyra con quien me vine a Córdoba y somos amigos y socios desde hace 49 años, juntos tenemos Cadena 3, donde nos encargamos de la programación, que transformamos y dividimos en tres partes: la mañana, la tarde y la noche. Trabajamos de lunes a viernes: yo tengo uno de los móviles de Mario en la mañana y en las tardes de 14,30 a 18 hago mi programa, abandoné los domingos y Mario los sábados
– ¿Cuál es la relación actual con su provincia natal?.
– No voy mucho, la motivación para hacer el sacrificio de viajar por unas horas eran mis padres, pero desde que ellos fallecieron la verdad que no voy seguido. Allí, tengo a mis dos hermanos que tienen las puertas abiertas para venir a mi casa cuando quieran, uno se llama Juan Roberto y tiene tres hijos y la otra es Mónica Dora Liza que tiene una hija.
– Otro lazo importante es su proyecto vitivinícola…
– Si, estoy por sacar un vino cosecha tardía con un enólogo de San Juan, ya compramos las uvas correspondientes y pienso presentarlo en julio bajo el nombre Anita de dos puertos, en homenaje a mi abuela.
– ¿Por qué en honor a ella?
– Vino de Italia como inmigrante a La Pampa hasta que llegó a Caucete y compró una bodega para trabajarla; ella también es la responsable que yo esté en esta profesión. Cuando viaja a comprar sus insumos a la ciudad, le pedía permiso a mis padres para traerme y con el permiso del director, que creo que era don José Rocha, yo tenía 6 años y me quedaba ahí hasta que terminaba las compras; mamé la radio de una manera impresionante.
– ¿Piensa en jubilarse de los micrófonos?
– No, lo tomo con el desafío de hacer todos los días una cosa nueva, contribuye a que me sienta joven. El micrófono es un vicio, es la descarga cotidiana de lo que pienso y sueño, es trasladar los sueños que tengo para el futuro a un programa de radio, es el vínculo perfecto con el oyente.

