"El dúo más mentado" (así los apodaban) los introdujo el presentador; y entre bambalinas las rodillas temblaron y el estómago se hizo un nudo. Sí, mucha vida y escenarios transcurrieron desde entonces, pero el alma se estremeció como hace 50 años, cuando actuaron como Revelación en ese mismo escenario, al que el lunes volvieron de la mano de Rony Vargas, ícono en Córdoba y generoso "padrino" de esta rentré, que acompañó prudente con sus sentidos recitados y dejándolos lucirse. Porque eso hizo el dúo Minguez-Barboza -tras 25 años de silencio- en la tercera luna del Festival Nacional de Folclore de Cosquín, con un repertorio bien cuyano que el público escuchó con respeto, coreó y aplaudió con ganas.
Bastó, dicen, que hicieran el primer rasguido -el joven y también movilizado Hernán Palacio en las cuerdas, y Pelufo- para que las mariposas volaran y los nervios trocaran en profunda emoción y disfrute pleno. Riquezas mías fue la zamba de Saúl Quiroga que eligieron para abrir su presentación sobre las 23.40, que se prolongó por unos 20 minutos, seis temas, muchos "¡Gracias Cosquín!" y más palmas. Con Barboza como fluido interlocutor, la dupla continuó con la cueca Me hiciste mal, del mismo autor -con baile al pie del escenario-; Nochecitas de San Juan (en TV se vio cortada por el espacio publicitario); Vallecito (con textos leídos por Vargas), Si sabís templar las cuerdas; y -espontáneo pedido de "¡otra!" y cambio en el momento- la tonada Allá en el Quinto cuartel, cogollo incluido.
"Mucha emoción, hasta lágrimas, indescriptible" definió Pelufo en charla con DIARIO DE CUYO su reaparición en el Atahualpa Yupanqui. "Memorable", sumó Minguez. "Aquella vez teníamos la ilusión de llegar, pero ahora, como hace 25 años que no cantábamos, se amontonaron muchas cosas, por eso creo que estábamos más emocionados que en esa oportunidad, ¡y muy nerviosos!" confesó Pelufo entre risas. "Pero Cosquín es un lugar mágico… Nosotros mantuvimos la línea del folclore cuyano y tuvimos una excelente respuesta del público. Nos asombró ese respeto y también cantaron", agregó.
"Yo tenía un poco de desconfianza porque fueron muchos años sin cantar y ya estamos grandes, capaz que decían ‘Y estos qué harán’, pero por suerte los registros están muy bien, más allá de algún detalle; y el público respondió de forma increíble", se complace Minguez, quien comentó que en la conferencia de prensa postshow, también los periodistas se pararon para aplaudirlos tras relatar su historia (Minguez dijo que, quebrado de la emoción, debió usar la "trampita" que le enseñó Guarany, darse un pellizcón para recomponerse); y el por qué del largo impasse al que felizmente pusieron fin y que tuvo en el Festival de Cosquín su bautismo de fuego. "Y ahora será hasta que Dios diga", prometió Manuel.
"Volver después de tanto tiempo y lograr lo que lograron ellos, es magnífico", testificó Palacio. "Nos retiramos profundamente agradecidos y con toda la alegría de haber compartido con Rony, promotor de que estuviéramos allí", subrayó Barboza, que se había despedido con un "Les hemos dejado el corazón". "Para nosotros fue un regalo más que nos dio la vida, una noche inolvidable" concluyeron.
FOTO GENTILEZA: Hernán Palacio