Nadie lo sabía. Fue un secreto que llevó como una corona de espinas durante diez meses, hasta que no pudo más con el peso y optó por contarlo. Así, sin anestesia y antes del día de conscientización del cáncer de colon -es el próximo domingo-, Beatriz Salomón reflejó el duro trance que atraviesa desde aquel momento en que después de permanecer internada seis horas en el Hospital Fernández recibió la lamentable noticia. Y decidió dar pelea, una vez más.
"Hace diez meses que estoy así. Nunca lo comenté. Me faltan dos sesiones más, después te meten en esas máquinas para ver si te está dando resultado lo que te están haciendo y luego vienen pastillas. Pero estoy mejor", contó a DIARIO DE CUYO la actriz y vedette sanjuanina de 65 años, aferrada a la vida más que nunca y reconciliada con su exesposo, el cirujano plástico Alberto Ferriols. Sin embargo, la artista que se radicó en Buenos Aires para dedicarse a la actuación se encuentra notablemente afectada por las consecuencias de la enfermedad que adquirió mientras continúa el juicio que inició tras la cámara oculta que le hicieron a su entonces marido en 2004, donde lo mostraban intercambiando sus servicios a cambio de favores sexuales. El año pasado, la causa dio un sorpresivo giro: la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal revirtió la condena a América TV y a los periodistas Daniel Tognetti y Miriam Lewin y los conductores Jorge Rial y Luis Ventura para el pago de una millonaria indemnización a favor de ella, y cargó toda la responsabilidad en la productora Eyeworks Argentina SA (ex Cuatro Cabezas).
– ¿Cuándo descubrieron que tenés cáncer?
– Estaba en casa, cuando me dio un dolor muy fuerte en la parte derecha del estómago. Como tengo una hernia umbilical, pensé que era eso. Lo llamé a mi hermano que vive a unas cuadras de casa y le pedí que me llevara al (Hospital) Fernández porque no me sentía bien. Estuve desde las 16 hasta las 22 hs, me revisaron, hicieron un montón de chequeos y ahí descubrieron un tumor que apareció en el colon. Estuve internada 15 días y después de eso empecé con la quimio.
– ¿Tu accidente de cadera fue en ese momento?
– Estaba internada, me pusieron un suero y en la noche me levanté al baño algo dormida, se cayó el líquido y como estaba descalza, me resbalé y me caí. Al estar débil de huesos por la quimio, pasó lo que pasó. Yo me he caído 20 veces en mi vida y nunca me pasó algo así, pero a los tres días me pusieron la prótesis y camino perfecto.
– ¿Cuál es tu situación actual?
– Mi oncólogo es el doctor Daniel Lewi, es excelente profesional. Estoy contenta con el hospital, me atienden como a una reina. Ahora estoy mucho mejor, ya no es como antes, ahora tiene cura.
– ¿Qué efectos adversos tiene el tratamiento?
– Termino devastada con cada quimio. Es normal porque te mata las células malas y también las buenas, he perdido mi cabellera y toda la masa muscular, pero eso no es nada porque después se recobra, la musculatura en el gimnasio y el cabello crecerá, es un detalle.
– ¿Cómo es un día normal hoy?
– Esto te provoca mucho sueño. Tengo una enfermera que me cuida de noche, que me la tengo que pagar, y estoy todo el día cansada, no puedo hacer nada. En estos meses solamente me levanté de la cama para festejarle los cumpleaños a mis hijas, a Bettina por los 15 en noviembre y a Noelia en sus 18 este mes.
– ¿Ferriols te ayuda con ellas en este momento?
– Sí. Hubo un acercamiento porque no puedo cumplir las funciones que cumplía antes con las niñas, de salir con ellas, ir a comer, pasear, ir a las reuniones del colegio. Él esta cumpliendo la función de papá y los fines de semana se las lleva a su casa.
– ¿Cuándo terminás con la terapia?
– Me faltan dos más, este lunes una y el otro la última; después vendrán los estudios y ahí se verá.
"He perdido mi cabellera y toda la masa muscular, pero eso no es nada porque después se recobra, la musculatura en el gimnasio y el cabello crecerá, es un detalle".
– ¿Bajaste mucho de peso? ¿Tenés una dieta especial?
– He adelgazado pero es la medicación. No puedo comer nada crudo, las frutas tienen que estar lavadas en lavandina por los pesticidas…
– ¿Pensás que la enfermedad puede tener un componente emotivo?
– Obvio que sí. Yo llevo 15 años con este maldito juicio y eso terminó enfermándome. Pero me considero una mujer fuerte y voy a salir adelante con la energía positiva que siempre tengo.
– ¿Cómo sigue el juicio?
– Yo lo gané en primera instancia, luego ellos apelaron, pero yo lo llevé a la corte con mi abogada Ana Rosenfeld, ya va a salir.
– ¿Cómo visualizás este momento que estás atravesando?
– Es una piedra en el camino.
– ¿Cuándo hablaste con tus hijas sobre tu dolencia?
– Fue hace poco. Obviamente se pusieron muy tristes, lloraron. Preferí que mis hijas supieran por mí que tengo cáncer, no por la prensa. Están muy pendientes de mí, son mi contención.
– ¿Por qué decidiste hacerlo público?
– Lo que pasa es que vieron la nota que va a salir en Revista Hola con el cumpleaños de Noelia y ahí hablé. Oculté el cáncer porque es doloroso y la gente se asusta. Preferí guardármelo, no quería hablar. Pero todos se habían dado cuenta que pasaba algo, desaparecí de todos lados…
– ¿Qué sentís después de contarlo?
– Tengo un peso menos.
– ¿Tenés la ilusión de volver a trabajar?
– ¡Ojalá José Luis Muscari haga Extinguidas 2 y me llame! Extraño el teatro, el público.