Esa magia que lo conecta de manera natural y espontanea con los niños, con sus ‘piñoncitos’ sigue intacta desde que se puso el traje y se pintara la cara en las calles y plazas de Córdoba, durante tres décadas. Fiel a su costumbre, Piñón Fijo ofreció un entretenido y dinámico espectáculo convocando a una multitud de niños y padres en el Teatro Sarmiento ayer por la tarde. El show, estuvo estructurado en el repaso de sus treinta años de carrera, donde puso un especial enfoque en sus orígenes como payaso, la infancia y la familia. Empezó un poco más de lo programado (15hs.), pero con justa razón porque, el público se tomó el tiempo para ubicarse en las butacas. A los minutos iníciales, los chicos pedían a coro ‘Piñón’, ‘Piñón’, ‘Piñón’ y con la sala a oscuras, comenzaron a emitirse unos sonidos de percusión, la pantalla gigante se encendió y los azules, amarillos y rojos de las imágenes motivaron a que los piñoncitos (fue notable la cantidad de niños que fueron disfrazados de payaso) dieran un fuerte grito y esa cálida bienvenida le dio el pie para una entrada magnífica del ídolo, por detrás de las pantallas. ‘Creciste, yo envejecí, reíste y yo reí, lloraste y te canté, las payasadas que ya sabés’, así entonaba Piñón los primeros versos de su nueva canción aniversario. Con juegos, chistes y muchas canciones, el payaso desplegó todo su repertorio junto a Jeremías (su hijo). En pleno apogeo del encuentro, los niños estaban fascinados por ver a su ídolo en persona sobre el escenario. Respondían a todos los convites del payaso. Con sus manos, creaban en el aire las letras en la canción de ‘Vocales que son cinco’, también con sus papás, movían los dedos para un clásico hit ‘Lento el caracol’. En otro hit de su programa, ‘El ñandú Choique’ y ‘Cepillo cepillo’ Piñón les hablaba sobre la importante de cuidarse los dientes y por otro, sobre la naturaleza que habita en La Patagonia.
Y entre los segmentos que más risas generó es el de la mascota Kenchu, los peques estaban exultantes por la acción del títere. En otro pasaje, Jeremías provocó un cambio de roles y por un momento tomó el protagonismo del show e interpretó la primera canción de Jere, ‘El lorito tico tico’, que entusiasmó muchos aplausos.
A medida que el show alcanzaba el clímax, de improviso, una nena llamada Sofía en medio de las plateas, le regala un chupete a Piñón y le dice que se lo entregue a Jeremías. El hecho conmovió a todos los presentes y Piñón le agradeció el dulce gesto de la chiquita. Sobre el final, todos los chicos fueron a saludar y abrazarse al payabuelo cerrando una jornada emotiva y muy alegre recibiendo el cariño de sus seguidores.