En una noche calurosa, la Plaza Seca del Centro Cívico se vistió de arrabal ayer para recibir al maestro Alberto Podestá. Una de las glorias del tango fue homenajeado por fin en esta tierra, que lo vió nacer hace 88 años.
Pasaron 20 años desde su presentación en el Cine Ópera, recordaba el conductor de la noche, Guido Iribarren, cuando presentó Alejandro Washington Alé, tal su nombre de nacimiento, que a paso lento pero seguro, subió al escenario para recibir un escudo heráldico y la ordenanza municipal que lo declaró Personalidad destacada, de mano del jefe de Gabinete de la Capital, Mario Herrero, el secretario de Cultura, Luis Meglioli y el concejal Pablo González.
Después de los saludos protocolares, el trío Las Bordonas, los músicos que acompañan a Podestá y con quienes grabó su disco Alta gama, mostraron su virtuosismo con las cuerdas en dos versiones instrumentales, para luego invitar al maestro.De impecable esmoquin, Podestá se preparó para ponerle su voz y sello al 2×4. "Gracias por su presencia, que es lo que importa’, dijo humildemente el cantor, ante un importante marco de público y hasta recordó cuando era niño y cantaba como Gardel.
Al cierre de esta edición, Podestá seguía dedicando su repertorio a este San Juan que nunca olvidó y después la Orquesta Típica de San Juan y el Ballet San Juan Nuestro Tiempo aportarían el talento local en el cierre del Festival Nacional de Tango.

