Abrió el programa cantando Zonceras del alma y terminó entre aplausos. Pero no quedó ahí. Hubo más canciones y también una charla íntima, donde Claudia Pirán abordó desde su "osteogénesis imperfecta" hasta su aclamada actuación en Cosquín, el domingo pasado. Fue ayer por la siesta, cuando en el programa Vivo en Argentina, Carla Conte y Nicolás Pauls recibieron como invitada a la artista sanjuanina, a la que escucharon cantar y contar, bajo el título "Una nueva protagonista del folclore".
"¡Qué placer! En un ratito nos va a cantar más y vamos a conocer un poquito su historia", anunció Conte tras el primer tema musical, al que le siguió Cuando llegue el alba, en la apertura de otro bloque del envío; y Chayita del vidalero, para el cierre.
En el medio, sentados en el living, tuvo lugar el diálogo ameno, cálido y por momentos hasta divertido. Lo primero que le preguntaron fue sobre su enfermedad, a lo que la cantautora respondió con claridad, explicando este mal también llamado "huesos de cristal" -según dijo- con el que convive desde niña, pero destacando que nunca fue un obstáculo. Hilvanados vinieron sus recuerdos de infancia, con la música que "compensó mi vida" cuando no podía hacer lo que otros niños hacían. Música que abrazó profesionalmente a fines de los "90, tras dejar la carrera de arquitectura, y que definió como "mi encuentro con la felicidad". Rememoró sus ganas de tener un hijo y sonrió cuando nombró a Emilio, que llegó cuando ella y Martín, su esposo, estaban a punto de ir a ver al juez en medio de planes de adopción. Los primeros pasos profesionales, cuando subida a una motito con una amiga, recorría las callecitas coscoínas entregando sus cassettes a las caras famosas; el Pre Cosquín que perdió en el "98 – "pero que fue la excusa que necesitaba para arrancar, el motivo"-, la Revelación de Espectáculos callejeros en el 2000, y el reciente Festival de Cosquín -segmento que la producción acompañó con el video del momento en el que cantó el Ave María-, fueron otros pasajes de la entrevista.
Tres botellitas de vino como las que se repartieron La noche de San Juan en Cosquín fueron el obsequio que -tras disculparse por la presentación, una bolsita de plástico de donde sacó los tres envases- Pirán les entregó a los anfitriones, antes del cierre musical.

