"Fue un lujo. Yo pensaba que el show iba a ser algo más simple, ¡pero fue tan emocionante!. Había casi 10.000 personas", expresó Claudia Pirán, luego de su exitosa presentación en la tercera luna de Jesús María, el domingo, tras ser coronada con el premio Consagración el año pasado, a cinco años de levantarse con la misma distinción en el Festival Nacional de Folclore de Cosquín.
Reconocida en Córdoba por su prestigiosa voz, la sanjuanina subió al escenario de la 46ta. edición del Festival de la Doma y el Folclore, a las 23.15, en pleno horario televisivo acompañada por Francisco Gómez en bajo, José Astorga en dirección y guitarra, el jujeño Juan Mamani en charango y vientos, Eduardo Caballero en piano, Eduardo Espinoza en guitarra, Florencia Rodríguez en coro y Yoel Sánchez en percusión.
Solamente fueron cuatro temas: la cueca cuyana "Sonseras de la vida", un clásico de Cacho Castaña como es "Para vivir" y "Odiame alma mía" de Los Visconti junto al músico de Venado Tuerto José Galante. Pero el silencio del público lo dijo todo en el aplauso final, cargado y conmovido.
"Daba para más pero ya estaba diagramado así el show por el tema de la doma, pero fui una de las que más temas tuvo porque el resto solamente cantó dos", comentó la cantante, en la ruta cordobesa de vuelta a San Juan, deseosa por encontrarse con su hijo Emilio (5) y su marido Martín, antes de emprender regreso a la ciudad mediterránea para actuar en el Festival de Embalse.
Y seguirá un tiempo más en aquellos pagos ya que el viernes 21, subirá a escena en Cosquín donde presentará su cancionero y la comisión organizadora la eligió para ser parte del homenaje a las mejores canciones folclóricas de los "60 con el tema "Tonada del viejo amor" de Jaime Dávalos.
"Consagrada en los dos encuentros más importantes, todavía no puedo creer como se viene dando las cosas, juro que es así; hace cinco años fuimos a Jesús María invitados por Jorge Rojas con quien hice dupla, al año siguiente fui invitada y a partir de ahí, fui contratada hasta que el año pasado tuve la responsabilidad de hacer la apertura con el Ave María y me consagraron; y ahora, el silencio del público me conmovió", dice la también cantautora quien en sus próximos planes prevé incursionar en el mercado uruguayo.
A 13 años de su comienzo profesional, Claudia Pirán cumple sus objetivos sin apuros porque, según confiesa, "las cosas se dan poco a poco, como corresponde" ya que subraya que para ella: "no hay cuestiones mágicas en esto".
"¿La fórmula para encantar al público?". Claudia está segura que todo parte del "respeto a la gente que te escucha". Segura del camino que transita, garganta entonada de emociones frente a los logros que va cumpliendo, revela: "Yo siempre digo, hay que saber esperar y no subestimar al público que es quien te consagra o no".