Difícil que un artista sea indiferente a sucesos que atraviesan a su comunidad. Sensible a lo que lo rodea, con su lenguaje y desde sus propias vivencias, abordará el tema y lo dejará plasmado con sello propio. Y aunque obra de arte, aportará -muchas veces sin saberlo- valioso material documental que se inscribirá en algún capítulo de la historia. Eso sucedió, por ejemplo, hace 75 años en San Juan, cuando el terremoto de 1944 desarmó de cuajo a la provincia. Movilizados, los artistas echaron mano a sus propias herramientas para plasmar sus testimonios, varios "in situ". Santiago Paredes, Nello Raffo, Miguel Tornambé y otros dejaron registro de aquel dolor y desolación; postales maestras que se conservan en archivos, museos y colecciones privadas; pero que desde mañana, podrán apreciarse juntas bajo el título 20:52. En alusión a la hora en la que se registró el movimiento sísmico, es una de las tres muestras con las que abrirá la temporada 2019 el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson.
"Día trágico para la provincia de San Juan…", escribió en su cuaderno de bocetos Tornambé. "Al terminar este dibujo, salgo a la puerta y… tiempo faltó. Sólo he podido elevar los brazos hacia lo alto y repetir llorando ‘Santo Buddha, Maestros todos tengan piedad’", agregó.
Emanuel Díaz Ruiz y Roberto Amigo son los curadores de esta interesantísima "experiencia estética del terremoto", que se complementa con fotografías; y que al decir del último, "privilegia más que las disputas modernas, el registro de la fotografía y de los artistas que recorrieron la devastación para dejar su testimonio".
"Esta muestra nos desafía a la búsqueda de los rastros que la condición de zona sísmica pueden marcar en la producción contemporánea", valora la directora del Museo, Virgina Agote.
EL DATO
20.52, Lágrimas (Beatriz García Huertas) y Sumergidos (Matías Ruarte). Viernes 5, 20.30 hs, MPBA Franklin Rawson. Entrada libre y gratuita.