El exquisito perfume a virtuosismo recorrerá la sala del Auditorio Juan Victoria, el próximo jueves a las 21.30, cuando el eximio bandoneonista Rodolfo Mederos suba al escenario con el Cuarteto Gianneo, en la tercera función de abono de Mozarteum Argentino San Juan (ver aparte). La noche sanjuanina recibirá a estos gigantes de la música argentina que interpretarán las obras Fivesensations tango, de Astor Piazzolla; Cuarteto Nro. 9 Razumowsky Op. 59 Nro. 3, de Ludwig van Beethoven; y Oración del Torero, de Joaquín Turina.
Compositor y arreglador, siempre acompañado de su fiel bandoneón, Mederos tiene un amplio repertorio que abarca la creación de obras populares hasta sinfónicas, a través de distintas agrupaciones instrumentales; una intensa actividad pedagógica, y una gran trayectoria como intérprete.
Porteño nacido en el barrio de Constitución, en Entre Ríos vivió su infancia y en Córdoba su juventud, como estudiante de biología en la Universidad de Córdoba.
Formó sus primeros conjuntos en 1960 para tocar en las radios de la provincia y en la TV. Su octeto Guardia Nueva trascendió hasta llegar a oídos del propio Astor en unas de sus giras a la ciudad mediterránea y le propuso que viajara a Buenos Aries. Cuando, años después, Piazzolla volvió a Córdoba lo invitó a participar en sus recitales. Así, Mederos fue construyendo su carrera. En 1965, grabó su primer disco Buenos Aires al rojo, donde alternó obras de Cobián y Piazzolla con temas propios en Buenos Aires. Y, luego de pasar 2 años fuera (en Cuba y París), pegó la vuelta y se integró a la nueva orquesta de Osvaldo Pugliese (1969). Hasta que formó Generación Cero (1976), un conjunto de culto para algunos, que intentó una triple fusión entre el jazz, el rock y la canción de Buenos Aires con arreglos de reminiscencias impresionistas. Con este combo lanzó los largas duración Fuera de broma 8 (1976), De todas maneras (1977), Todo hoy (1978), Buenas noches, Paula (1983), Verdades y mentiras (1984) y Reencuentros (1989). En los ’90, grabó con diversas formaciones: Tanguazo (1993), Carlos Gardel (1994), Mi Buenos Aires querido con un trío en el que participó el pianista Daniel Barenboim (1995), El día que Maradona conoció a Gardel (1996), El tanguero (1998) y Eterno Buenos Aires (1999). Para el cine registró la música del film Las veredas de Saturno y tuvo a su cargo las bandas de sonido o parte de ellas de Crecer de golpe, de Sergio Renán (1976); Memorias y olvidos, de Simón Feldman (1987); Después de la tormenta, de Tristán Bauer (1991); Diario para un cuento, de Jana Bokova (1997); Sus ojos se cerraron, de Jaime Chávarri (1998); y Contraluz, de Bebé Kamin (2001).
Su especial ductilidad para fusionar con aire de tango diferentes ritmos y géneros, se manifestó en recitales en los que participó invitado por músicos del folclore, el pop y el rock. También son destacadas sus colaboraciones en discos de Mercedes Sosa y Luis Alberto Spinetta, y más recientemente con el catalán Joan Manuel Serrat.
Siempre innovador, ya lo dijo alguna vez: ‘En algún punto el arte debe irritar y provocar sospechas. El arte es auténtico cuando no es complaciente’.
En esta oportunidad, el instrumentista hará equipo con el Cuarteto Gianneo distinguido con el premio al mejor conjunto de Música de Cámara (2007 y 2009) por la Asociación Argentina de Críticos Musicales y nominado en los Gardel 2015 por su álbum. Integrado por Luis Roggero y Sebastián Masci en violines, Julio Domínguez en viola y Matías Villafañe en violoncello, surgió en el 2000, el grupo es reconocido como el mayor exponente en repertorio argentino.

