La afición por el fútbol que siente Robert De Niro es tal que, el pasado jueves, le llevó a dejar a un lado el rodaje de la película The Intern para ver el partido del Mundial entre Estados Unidos y Alemania. Para satisfacer los deseos del actor, los responsables de la producción se dirigieron a los encargados de un edificio cercano, para colocar una antena en la azotea y la señal llegara hasta la caravana de De Niro.
Pero, finalmente, no fue necesario. Un vecino se enteró de los deseos del astro que ya empezaba a morderse las uñas de la desesperación y lo invitó a ver el juego con él y sus amigos.
