Vienen de Avellaneda, con ocho discos independientes consumados y escuchados en todas partes. Sus canciones expresan las experiencias alegres y tristes que recogen en sus vidas cotidianas. Y según la revista Rolling Stone, es "la nueva esperanza del rock callejero". Con estos antecedentes vuelven a la provincia, para desplegar un recital muy esperado por sus fans locales, que tiene como puntapié su reciente trabajo discográfico "Pecados Capitales". En entrevista con DIARIO DE CUYO, su frontman, Rolo Sartorio, refleja la conciencia del grupo que ha mantenido durante 20 años una buena reputación y que ostente una adhesión popular en ascenso.
Rolo fue jugador de fútbol, vendedor de ropa, remisero y manejaba una camioneta Ford 100 para hacer fletes. Con eso mantenía a su familia, mientras que en los fines de semana se dedicaba a ensayar con sus compañeros. Ahora, su presente es totalmente diferente y no sólo disfruta del momento que vive la banda, sino que reconoce que el sueño de vivir de la música se está cumpliendo.
– ¿Cómo se conecta "Pecado Capital", con sus obras anteriores?
– El mensaje es el mismo, contamos historias personales que hemos sufrido en la vida y la gente se siente identificada. En la parte social, no tenemos banderas políticas, cuando pegamos, lo hacemos para todos lados. No nos identificamos con nada. Pero la gente se engancha mucho con las canciones, con las de amor también…
– ¿Cómo viven la euforia de tanta gente desde el escenario?
– Para nosotros que recorremos el país y conocemos cómo es la gente de cada ciudad, lo que sucede es que al subir al escenario y cuando se apagan las luces, sentimos ese grito de multitud tan grande que nos motiva a hacer una gran show. Se vive de una manera especial. Como cualquier músico o artista, siempre esperamos eso y es un momento único. Como al público les gustan nuestras canciones, hay un afecto importante. Muchos son fanáticos, al saber esto, siempre creí que lo nuestro era crecer. De hecho, esto ocurrió. Y seguimos insistiendo en volver a San Juan, porque hay un afecto especial y disfrutamos de este presente.
– ¿Cómo cuidan este éxito?
– Nos mantenemos juntos hace casi 20 años, cada vez que hacemos un show, sabemos lo que se siente cuando el artista que uno admira logra pararse delante de todos. Porque nosotros fuimos también espectadores en una época y lo que se genera es muy lindo, sobre todo cuando hacemos un recital una o dos veces al año en una provincia como San Juan.
– ¿El sueño de "vivir de la música" se está cumpliendo?
– Sí, la verdad que esto supera todo, porque antes cada uno tenía su trabajo y jamás imaginábamos que todo saliera perfecto, porque nos dedicábamos cada uno en su laburo y tocar el fin de semana. Nos dimos cuenta que, ahora, el público nos llevó a tocar a lugares más grandes y es ya una realidad.
– ¿Cuánto remaron desde el llano?
– Mucho. Hacíamos todos los ensayos los fines de semana. Nos preocupábamos para prepararnos, para tocar y para sonar mejor; componer canciones, en mostrarnos más; tratar de trabajar bien, grabar en mejores lugares. Hasta que nos fuimos dando cuenta que algo pasaba, que podíamos llenar lugares jamás pensados. Para nosotros eran gigantes. Nunca se nos ocurrió llenar 14 veces el Teatro Flores, fuimos transitando esto, con mucho sacrificio. Me levantaba a las 3 de la madrugada para ir a trabajar. Había muchos días de ensayo perdidos porque tenía que trabajar. El momento es otro, ahora puedo vivir de la música, siempre soy agradecido con la gente.
– ¿El éxito los puede marear?
– No, no lo creo. Llenamos 8 veces el Estadio Obras Sanitarias, estuvimos en España, Uruguay, Paraguay, la verdad no creo que pase…
– ¿Cómo hacen para saber dónde están parados?
– La cosa pasa por contenernos entre nosotros. Que la familia te haga sentir que sos el de siempre. Nunca nos sentimos estrellas de rock. Eso ayuda. Jamás olvidamos nuestras raíces. En los shows queremos que vuelvan las familias. Que no pase nada malo, cuidar a la gente, buscar lugares cómodos para tocar. Y también, en hacer canciones que les gusten a la gente.
– Para que un show sea seguro, ¿qué tratan de priorizar?
– Durante los primeros años, pasaron muchas cosas. Los pibes se agarraban a trompadas todo el tiempo. Entonces yo paraba el recital y les explicaba que paren y si no lo entendían, pedía que los retiren. Eso es tratar de cuidar a la gente. Nunca fomentamos la cultura de la bengala, creo que después de lo que pasó en Cromañón, las bandas piden que la apaguen y los pibes deben aprender de los errores.
– ¿La música ayudó a afrontar los momentos más difíciles en tu vida?
– La banda me salvó de mi tragedia familiar. Perdí a mis hermanas y el proyecto de la banda me contuvo, me llevó a un camino sano. Me sirvió mucho y pude pasar un momento tan difícil como ese. El sostén anímico más importante son mi familia y la banda.
DATO
La Beriso. Domingo 29 de octubre, 20.30 hs, Estadio Cubierto Aldo Cantoni. Platea VIP Oeste: $600; Platea Este: $550; Campo parado: $500; General Norte: $500. Anticipadas en Tarjeta Nevada y www.turboentrada.com con tarjetas Visa, Amex y Cabal. John Foos y Nevada puntos oficiales de venta.