A sus 47 años, carismático y versátil, Diego Ramos atraviesa una sólida etapa profesional que, en plena cuarentena, le permite disfrutar de todo lo que hace por elección propia. Preparado para volver a ser parte del boom de Sex Virtual, como uno de los protagonistas que forman parte de la troupe desde los exitosos inicios presenciales, el actor dialogó con DIARIO DE CUYO sobre el deseo en tiempos de pandemia, de cómo enfrenta las repercusiones sobre ese costado íntimo del que fue obligado a hablar arrinconado por la actriz Luisa Albinoni en una emisión de PH; y del productivo presente laboral que atraviesa, reforzado por su veta de conductor en el ciclo Aire Fresco en Net TV y su desempeño en la propuesta interactiva, sexual y privada dirigida por José María Muscari y Mati Napp -que echará a rodar la quinta experiencia online a partir de mañana y durante 3 jornadas.
– ¿Te sorprendió el éxito del nuevo Sex?
– ¡Estamos felices! Con cada experiencia nos vamos corriendo más de los límites, vamos tratando de llegar mucho más a la gente.
– En los inicios, consultado por este medio, Muscari no pensaba en su continuidad. ¿Superó las expectativas?
– Sucedió algo parecido a lo que pasó con Sex en el teatro, el año pasado. No sabíamos qué podía suceder, es algo novedoso para lo que se necesita, sí o sí, la participación de la gente; estábamos metiéndonos en algo que desconocíamos.
– ¿Se puede percibir si la cuarentena influye en el deseo?
– Tiene mucho que ver, pero va más allá. La gente no sólo ve cosas que la pueden estimular sexualmente, no se ven sólo cuerpos. Es una propuesta artística que incluye canto, baile, textos, situaciones generadas, está el filósofo Darío Sztajnszrajber, el sexólogo Patricio Gómez Di Leva y, ahora, se sumará Tefi Russo, la cocinera del programa Inutilísima, que se mete con la comida y el sexo. Hay Zoom multitudinarios y agarramos todas las plataformas como Twitter, Telegram, la gente forma parte de manera muy activa; se está armando una comunidad sex a los costados de Sex con grupos en Whatsapp de gays, lesbianas, swingers, parejas, amigos y lo que sea, también tenemos una hotline con el público que encontró un lugar donde jugar y cumplir sus fantasías. La idea no es pararnos en un pedestal sexual.
– ¿Encontraste alguna persona que por primera vez vivía algo así?
– Por supuesto que sí. Respetamos a los inhibidos, deshinibidos, a los que quieren participar y no; nadie está obligado, no tenés que ser un lanzado para ser parte, sólo tenés que ser mayor de 18.
– ¿Qué te atrajo a vos?
– Trabajé varios años con José, nos llevamos muy bien arriba y abajo del escenario. Cuando vi en sus historias que estaba armando un espectáculo que iba a llamar Sex, le escribí que me anotaba al casting. Y me llamó.
– ¿Cuál es tu rol?
– Voy por el lado de lo sutil, lo erótico, lo suave. Me gusta ser un cómplice, un nexo entre la gente y el elenco. No me gusta ponerme en un lugar distante, prefiero ser una mezcla entre lo que soy y el personaje, con charlas en la cama y la ducha, con gente que también se ha bañado con nosotros.
– ¿Lo tildás como un antes y un después en tu carrera?
– Es un desafío más. Me encanta esto de poner en la luz algo que se supone que es muy sombrío, como el porno o el sexo grupal, cosas que no tienen por qué ser oscuras, juzgadas o prohibidas.
– Respecto a tu imagen pública sí hubo un cambio…
– Pasé de galancito a galán de novelas, a las comedias, a los musicales teatrales y la dirección de musicales; es parte del desafiarse a hacer distintas cosas. Pero, en esencia, sigo siendo yo. La gente sabe lo que puede esperar de mí.
– Siempre resguardaste tu vida privada hasta que llegó la confesión de tu sexualidad en PH. ¿Qué pasó en tu interior?
– Nunca fui inhibido. Que yo cuide mi vida privada no significa que no haya hecho lo que quise y con quien quise, toda mi vida y a plena luz del día, pero a partir de una situación sumamente incómoda e ingrata que no me gustó para nada, tuve que empezar a dar explicaciones. Lejos de quitarme, me pusieron una mochila. Nunca abrí puertas que no podía cerrar, nunca en mi vida. Si yo digo cómo es mi vida en un programa, en otro no puedo decir que no quiero hablar. Nunca me escondí de nada, siempre mostré la cara e hice lo que quise. Se me respetaba hasta esa noche, que ya ca…
– ¿Qué te quedó de ese momento?
– Fue contra mi voluntad, pero yo volví a sacar el tema porque no quería que la gente se quedara con ese momento incómodo, con el hacer preguntas que no van o la falta de respeto a los tiempos y las necesidades del otro. Yo no abrí la puerta, me la tiraron a patadas.
– ¿Cómo quedaste con Albinoni y con la producción?
– Yo no voy con la bronca, con Luisa quedé re bien, la amo. Y con PH también quedé bien. Yo sabía dónde me metía y adónde va el programa, pero no sabía que todo iba a venir de parte de una compañera, aunque tampoco creo que haya sido muy de ella, no sé…
– ¿Volverías a ir?
– Yo sí. No creo que me vuelvan a invitar porque no tengo más que contar, no me pueden sacar nada más que esto.
– Ahora que estás en la conducción, ¿cómo es estar de ambos lados?
– En el programa tengo cuatro periodistas y hago preguntas desde la ignorancia y el respeto; no quiero que nadie la pase mal, sé hasta dónde llegar. No voy a hacer a los 47 algo que no me gusta que me hagan a mí, no es mi estilo. Si me dicen: "No quiero hablar de esto", no se habla. Soy en la TV como soy en la vida.
– Con la suspensión de actividades debido a la pandemia, ¿sufriste la baja?
– Lamentablemente, tuve que dejar el cuarto musical que estaba dirigiendo y el programa de Drag Queen de Kuarzo quedó en la etapa de casting. Por suerte, Sex se reinventó y volvió Educando a Nina a Telefe, donde cobro por repetición.
– No te podés quejar…
– Sería un ingrato. Tengo que agradecer y nada más.
DATO
- El 5to Sex Virtual comenzará el viernes y se desarrollará durante 3 días. Los pases se pueden adquirir en www.alternativateatral.com desde $500.