Choque Urbano, la célebre compañía de percusión y danza, ofrece su nuevo espectáculo "Fierro", una producción innovadora que por primera vez incorpora textos y diálogos a su performance conocida para abordar el relato de José Hernández, canon de la literatura criolla nacional. Superado un impasse, para Manuel Ablin, director general y cofundador del grupo con su hermano Sebastián, este espectáculo significa un renacer creativo que empuja al elenco a reinventarse desde nuevas regiones del arte.
– ¿Por qué eligieron al Martín Fierro para regresar a la escena?
– Estuvimos mucho tiempo pensando y definiendo en cómo contar algo diferente, entonces el texto nos sirvió como referencia. Hay muchos justificativos en el medio, uno de ellos, fue que estábamos sin inspiración y en medio de la neblina. Entre 2016 y 2017 teníamos la necesidad de crear algo nuevo de forma urgente, porque si no el proyecto se nos caía. Íbamos a los tumbazos sin poder consolidar una idea. Pero al encontrarnos con José Hernández y el Martín Fierro, sirvió para agarrarnos de algo que resultó muy contemporáneo cuando lo releímos. Es una poesía musical, muy argentina, ligada a esta historia y que la estamos viviendo en estos momentos.
– ¿Con qué recursos abordan esta obra escrita y cómo puede ser reinterpretada por el espectador actual?
– Como grupo colectivo, en el que llevamos una identidad artística a través de las creaciones que hemos hecho en todos estos años, venimos del ambiente de la percusión, nos ligamos con la teatralidad buscando qué es el folklore, incorporamos la danza con las coreografías de Analía González y consumamos todo eso, metiendo a Fierro, completando la fórmula.
"Nuestra idea es poder hacer música con lo que tengas al alcance de la mano. Esa es nuestra filosofía, buscando representar con esperanza".
– ¿Esto les ayuda a ampliarse hacia puestas más integrales?
– Es difícil concebirlo con seguridad desde adentro una mirada definida de afuera del grupo, siempre nos propusimos como equipo, es que nuestras creaciones están ligadas a una realidad que sentimos y la cual vivimos. Eso lo tomamos de lo que nos pasa y lo volcamos al espectáculo. Después el espectador interpreta lo que quiera y surgen de allí, después, múltiples visiones.
– ¿Sigue siendo Martín Fierro un símbolo fácilmente identificable en lo cotidiano?
– Así es, porque siguen existiendo esos Fierro de hoy al que le despojan de sus derechos, de su trabajo, de quedarse sin laburo, donde lo acorralan por todos lados. Hay excluidos e invisibles en el presente y existe todo un paralelismo en ese sentido. Pero más allá del contenido, lo llevamos con nuestra impronta, con alegría. Nuestra idea es poder hacer música con lo que tengas al alcance de la mano. Esa es nuestra filosofía, buscando representar con esperanza.
– ¿Desde que inició Choque Urbano, se convirtió en un referente para otros artistas emergentes?
– Creo que formamos parte de la revolución de la percusión. Desde 1983 a la fecha emergieron grupos y proyectos personales muy grosos y lo hablo por fuera de Choque Urbano, todo lo que aportamos en este ambiente, se retroalimenta como así nos retroalimentamos de otras expresiones. Esto es algo viviente. En Argentina, la médula de la percusión fue derivándose a otras áreas y eso está buenísimo.
– ¿Cada integrante es una pieza clave en el armado colectivo?
– Sí, eso es lo que tiene la propuesta escénica e integral del teatro. Tenemos un equipo de dirección con mi hermano y mi pareja, pero a la hora de montar la obra, cada área trabaja de manera diferente. Hay un mecanismo de actor-creador el cual creo firmemente que es necesario y fundamental. Más allá de una idea personal concebida por un compositor, dramaturgo o autor, siempre deberá ser representada a través del actor. Entonces es vital contemplar esto a la hora de recrear lo que se pide hacer. Fuimos construyendo la puesta entre todos.
DATO
- Fierro. Choque Urbano presenta Fierro, el miércoles 26 de junio a las 21 en el Teatro Sarmiento (Alem 34 norte). Entradas platea $700, pullman $600 y $500. Anticipadas en Tarjeta Data. En boletería del teatro de 16 a 20. Día de la función, desde las 11 de corrido.
Un espectáculo histriónico. Música electrónica, hip hop, cumbia, clásica y folklore. Lenguajes de la danza contemporánea y los ritmos de la percusión con instrumentos propios, hacen una alquimia perfecta para adaptar la obra de José Hernández.