Es vocalista, compositora y guitarrista del power trío que está sonando fuerte en los escenarios del país. Ella es Lula Bertoldi, quien junto a Brenda Martin y Gabriel Pedernera conforman Eruca Sativa. Viene de los pagos de Sunchales, Provincia de Santa Fe, en ella habita algo del rock de AC/DC, Patricio Rey y sus redonditos de ricota, Aerosmith y Green Day, desde los 11 años cuando agarró por primera vez la viola eléctrica. Frecuente visitante de San Juan, mañana el combo tocará por primera vez en la Plaza Centenario de Villa Krause, para la Feria de la Cultura Popular y el Libro. En diálogo con DIARIO DE CUYO, Lula habló de la dinámica relación que hay con sus fans al momento de tocar en vivo.

– ¿Cómo vuelven a San Juan?

– Siempre que vamos, ya en 12 años de historia, nos pone muy contentos. Es la primera vez que nos toca estar en Rawson. Nos llamó la atención la invitación porque nunca escuchamos sobre ese lugar. Nos da un placer enorme estar en espacios nuevos y en un evento cultural como la Feria del Libro, queremos sumar con nuestra música.
 
– Están preparando un nuevo disco ¿será algo totalmente distinto a lo que han hecho hasta ahora?

– El disco se llama "Seremos primavera" pero no puedo contar mucho al respecto, saldrá el 8 de noviembre. Pero sí tenemos el single "Creo" un adelanto que muestra un sonido diferente. Es por una necesidad artística de exploración. De manifestar ciertas cosas que nos pasan en lo social y en lo personal y que queremos expresar. Es un material que representará todo lo que sentimos y pensamos en este presente. Tocaremos esta canción en Rawson para que la gente la conozca.

– Cuando están arriba del escenario ¿qué les demanda el público para que lo expresen musicalmente?

– Creo que ahí hay una rara dinámica de ida y vuelta. No siempre está lo que el público quiere que digas, sino está lo que sentís que tenés que decir. Pero por otro lado, el público también genera sentimientos de lo que viven ellos y de golpe tenés que contarlas. Todo el tiempo estás dando y recibiendo información eso hace que uno pueda bajarlo a las letras. Además, estamos para proponer. La gente da un mensaje muy desesperanzado de lo que sufre, pero eso nos pone en el lugar de tener que transmitirles esperanza, de dar todo lo que amamos para ir hacia adelante. Entonces, en ese sentido, debemos dar un mensaje pro-activo, porque de lo contrario todo sería desolador; un mensaje pacífico y de no violencia. Sin embargo, hay veces que sí, es necesario prender fuego la calle, porque hay situaciones muy heavy. Pero, no siempre debe ser así. Somos muy pacíficos y nos gusta dar un mensaje positivo a la gente en nuestros recitales.

– En los recitales de rock ¿se toma mayor conciencia en las conductas de los espectadores después de Cromañón?

– En nuestros conciertos, vemos que el público es amable y que se ayuda entre sí. No hay peleas o momentos violentos. El público que nos va a ver refleja también lo que somos. Pero han pasado muchas cosas en el medio. Cromañón pudo haber sido un factor, como también lo hubo con otras muertes en los recitales. Pero en líneas generales, la música se viene fusionando mucho. No todo es tan ortodoxo ahora, sólo rock puro, sólo pop o jazz. Todo está tan mezclado, que hace que los propios públicos comienzan a mezclarse también. La variedad, diversidad y calidad de bandas termina logrando que se genere un entorno más pacífico. Hace 30 años atrás, recuerdo anécdotas de festivales que la gente tiraba monedas o lo que tenía a mano a cualquier banda que no le gustaba, como un gesto despectivo. Eso hoy ya no sucede más, la verdad es que es muy raro que la gente tire cosas -principalmente porque no tiene una moneda (se reía con ironía)- si no estás en los cánones del rock. Salvo que hagas algo muy detestable arriba del escenario. Incluso, en el típico pogo que la gente se divierte en el contexto de un recital, cambió mucho también. Por suerte todo eso cambió, cada uno expresa lo que siente y si como espectador no te gusta lo que hace, te vas y no lo ves más.

– ¿Notan que el espectador de rock tiende a escuchar con más calma en el vivo? 

– Sí, es verdad. Pero depende de cada ciudad o de cada país. Nos pasó en Colombia que la gente está más tranquila disfrutando del momento, no haciendo tanto pogo, como sí se hace en Argentina. Capaz que parezca una actitud más fría pero no es así, porque en realidad, en otros países de Latinoamérica, brindan una fuerte calidez en todo y cuando termina el tema, gritan y aplauden con euforia.

– El hecho de hacer giras ¿construyen en ustedes una mirada nacional sobre el país que recorren?

– Es una construcción de todos los días. Cuando Subimos al escenario y los temas se los damos en vivo a la gente, se genera un diálogo especial, que nos hace dar cuenta de cómo nuestras canciones son percibidas por la gente; cómo las cantan y cómo las sienten. En vivo, las canciones cobran otra vida muy diferente a lo que se da en un disco. El tema "Amor ausente", que tenemos una historia personal muy linda con ella, la gente la tomó como un himno, la hizo bandera, se la tatúa y la canta, hacen videos para hablarle a la abuela, a la madre o al hijo. Eso emociona, porque son cosas que no la podemos controlar, la gente las adopta como algo suyo y la canción cobra otro significado. 

DATO

Eruca Sativa. Mañana domingo en el Escenario principal de la Feria de la Cultura Popular y el Libro. Plaza Centenario de Villa Krause, 21 hs, gratis.