"¡Pero nena, por qué, si no te hacía falta nada!’ le insistió (con razón) Susana Giménez cuando estuvo invitada a su programa, para hablar de lo mismo que habló todo el mundo en los últimos días: inyecciones de metacrilato, que un cirujano plástico le puso en la cola hace tres años, para tenerla aún mejor de lo que ya la tenía (no hace falta decir que fue uno de las "claves’ de su carrera) y que la dejaron de cama ¡pero de hospital!… con una afección renal muy seria.

Ahora, una vez pasado el susto, recuperada y controlada, la hermosa Silvina Luna se convirtió en adalid de la belleza natural, esa que tantas colegas suyas, argentas y extranjeras, llegan a perder por completo con el berretín de la eterna juventud y la turgencia perenne. "Estoy muy arrepentida de haberme operado’, dijo en lo de Su la muchacha de 34 años, cuyas pompis súper infladas tranquilamente podrían haber sido tema del gran juego de la diva -La pregunta del millón-, porque todos notaban que semejante "ir’ no era de este mundo, que se había hecho "algo’, pero jamás hubo una confesión oficial, hasta que la cosa se empiojó.

"Antes de hacerse cualquier intervención, aconsejo que se hable con la familia, con más médicos’, dice bien ahora la ex Gran Hermano, cuyas prominentes curvas, acompañadas de su simpatía y belleza, le valieron el pasaporte y estadía en la demandante fauna mediática, una vez que el reality salió de la pantalla. "No todo es el cuerpo. Una cola no tan parada está bien’, alecciona la Silvina Luna modelo 2014, tratando de quitarle preponderancia a ese envase lleno de curvas que lució oronda en distintas producciones profesionales y también caseras, porque… ¿quién olvidó lo del videíto de alto voltaje en las parras, donde sus exuberantes glúteos al desnudo también fueron protagonistas?

Pero bueno, eso ya fue. No es que ahora Luna se vaya a convertir en una Doña Rosa cualquiera, de batón y con kilos demás. Diosa total, seguramente seguirá manteniendo su belleza, pero sin poner en jaque su salud y actuando a conciencia (dicen que el que se quema con leche….). Mientras tanto, continúa con la demanda (se dice que de seis ceros) al médico que volvió a convertir su famoso trasero en noticia, pero no de las buenas.