La espera llegó a su fin. Este lunes a las 22:40 hs. y con audiencia de 16 puntos de rating, debutó la segunda edición de Masterchef Celebrity. El reality de gastronomía que conduce Santiago del Moro por Telefé arrancó con un compilado de los desafíos que los nuevos participantes deberán enfrentar durante la competencia, para llegar a consagrarse con el preciado trofeo y ganar una beca de cocina y un premio en efectivo de un millón doscientos mil pesos.
“Y sí, finalmente, familia, acá estamos dándole la bienvenida a todos los que están del otro lado”, anunció el conductor del ciclo. Y, enseguida, pidió un aplauso para presentar a los tres miembros del jurado. “Tengo muchas expectativas, como siempre. Nosotros estamos muy contentos de poder seguir en esta nueva temporada, brindando alegría a todos los hogares. Pero vamos a ver cómo vamos a comer”, dijo Donato De Santis. Enseguida, Damán Betular tomó la palabra y aseguró: “Estuve pispeando un poco y me parece que competencia tenemos asegurada”. Y, finalmente, mostrando una amplia sonrisa, Germán Martitegui, confesó: “Yo no sé ni quienes son los participantes, no quise saber. Así que estoy muy expectante”.
Fue entonces cuando Del Moro anunció el ingreso de los 16 nuevos participantes del certamen, que uno a uno fueron ingresando al estudio. “Qué pasen las celebridades”, dijo. Y la primera en pisar la cocina más famosa de la Argentina fue Flavia Palmiero. “Entro al estudio y no puedo creer la magnitud. Uno lo ve en casa y parece más chico de lo que es”, aseguró la conductora.
Tras ella, entró Juanse, de Los Ratones Paranoicos, y explicó: “Este es el momento en el que empieza la ansiedad a invadirte”. En tanto, Gerogina Barbarossa llegó al lugar bailando y explicó: “Nunca me imaginé que iba a entrar yo por esa puerta. Siempre lo veía en la tele y me parecía todo tan genial”. Luego de ella, Daniel Aráoz: “Venir a un programa como Masterchef me encanta”.
La lista siguió con Cande Vetrano, quien se mostró muy nerviosa. “Viste cuando el corazón te hace: ‘ta, ta, ta, ta’. Es como una linda sensación de adrenalina antes de salir al escenario”, dijo. Y enseguida llegó el turno del excéntrico Alex Caniggia, que confesó: “Estar acá, para mí, es complicadísimo. Pero me preguntaron: ‘¿Querés entrar a Masterchef?’. Y yo dije: ‘¡Olvidate! Vamos con todo’”.
Por su parte, Sol Pérez señaló: “Esto es gigante. Y acá voy a tener que cocinar, espero que por mucho tiempo”. Entonces, Cae agregó: “Entro a un estudio increíble y me doy cuenta de que estoy metido en lo que estuve mirando todo el año pasado en familia”. Y luego, María O’Donnell explicó: “Es tan distinto a lo que hice siempre, que por un lado me pregunto: ‘¿Qué hice?’. Pero, por el otro, digo: ‘Es buenísimo estar acá’”.
Al rato se asomó el periodista Fernando Carlos, quien explicó: “Pasé de mirarlo en casa con mi mujer y los chicos a estar adentro”. En tanto, Andrea Rincón aseguró: “No sé qué me puede pasar. Siento que estoy saliendo de mi zona de confort. Y siento un vértigo enorme”. Y luego, Gastón Dalmau señaló: “Estoy nervioso y ansioso. Es una mezcla de sensaciones y emociones”.
Dani la Chepi, de inmediato, indicó: “Entro al estudio y digo: ‘¿Por qué estoy acá?’”. El ex futbolista Mariano “Loco” Dalla Libera, en tanto, dijo: “Estoy en la segunda temporada de Masterchef. Es un orgullo y va a haber que darle con esfuerzo”. Entonces, el ex basquetbolista Hernán “Loco” Montenegro reconoció: “Es una experiencia increíble que yo jamás pensé que iba a poder vivir”.
Finamente, en reemplazo de Carmen Barbieri, quien se encuentra recuperándose después de haber sido internada por coronavirus, hizo su ingreso Federico Bal. “¿Otra vez? La verdad, vieja, ponete las pilas y mejorate, ya está…¡Mirá que yo ya no sé más qué cocinar!”, dijo mirando a cámara, como pidiéndole a la capocómica que se apiadara de él. Aunque, por lo que se sabe, en los próximos días esa isla estará ocupada por Claudia Fontán.
Con los concursantes listos, del Moro le dio la bienvenida a cuatro de los ex participantes del reality, incluidas la campeona, Claudia Villafañe, y la subcampeona, Analía Franchín, para que se encargaran de entregarle los delantales a sus sucesores. En ese momento, el rating tocó los 17 puntos. “El consejo que tengo es que no se relajen, porque acá ‘cocodrilo que duerme es cartera’”, dijo la periodista. Y le recomendó a los nuevos que le hicieran caso al jurado. Por su parte, la Tata señaló: “Lo que les puedo decir es que sean auténticos. Me considero una ama de casa y cocino como en casa, aunque ahora aprendí un montón de cosas”.
Enseguida, para aconsejar “qué no hay que hacer”, el conductor le dio la palabra a Roberto Modavsky. “Lo más importante es manejar el nivel de frustración. Llegas pensando que sos un gran cocinero, porque tus amigos te dicen que los fideos te salen increíbles. Y descubrís que no, que sos un desastre”, dijo. Y luego, el Mono de Kapanga remarcó: “Principalmente, no se corten, no se quemen y terminen el plato”. Y, minutos más tarde, el ciclo tocó un pico de rating de 19,2.
En esta primera edición, el desafío tuvo una temática de casamiento. Y los ocho participantes seleccionados debían preparar, en 60 minutos, un menú en cuatro pasos, con tres variedades de finger food, una entrada, plato principal y postre trabajando en dos equipos. Finalmente, el veredicto del jurado fue favorable para el equipo rojo, integrado por Sol, Georgina, Dalmau y la Chepi, con lo cual el azul, conformado por Aráoz, Fernando Carlos, Dalla Libera y Alex, tuvieron que tomar el delantal gris para pasar directamente al jueves de última chance, mientras el rating seguía superando los 17 puntos.