La industria de Hollywood es tirana. Y si no, pregúntenles a varias divas que han debido atravesar una dura metamorfosis -no siempre con finales felices- con tal de seguir jóvenes, bellas y vigentes en la meca; incluso a riesgo de que ni así las convoquen. Melanie Griffith, Renée Zellweger y Meg Ryan podrían servir como muestra, que por supuesto, también incluye a los hombres. Pero Elizabeth Banks trata de mantenerse fuera de eso. Directora de la remake de Los ángeles de Charlie, actriz de Spiderman (Betty Brant) y de Los juegos del hambre (Effie Trinket), entre otras; a sus 45 años, la bella intérprete nacida en Massachusetts y mamá de dos niños considera que no debe intervenir -más allá del bienestar y la normal coquetería- en el proceso natural de envejecimiento. De hecho, hizo oídos sordos cuando le sugirieron una cirugía de busto o un poco de botox para apaciguar su llegada al medio siglo.

"No quiero hacerlo y estoy tratando de resistir. Hay una razón por la que no me planteo dar ese paso y quiero respetarla", explicó la artista, que asegura no haberse sometido a ningún tipo de intervención y que dice que quizás, tal vez, a lo mejor… lo pensaría si supiera que no habría ninguna secuela física o psicológica. "No me interesa lo más mínimo la idea de empezar a cambiarme la cara", le dijo a "Armchair Expert" Banks, dispuesta a no sucumbir ante esa tiranía. ¿Podrá mantener su postura ante una Meca que parece ser implacable con quienes no se ven tersos, turgentes y radiantes? 

Looks

Elizabeth decidió no someterse a intervenciones estéticas; así que cuando quiere algún cambio, acude a modificar el color o el largo de cabello. Suficiente.