(FOTO DANIEL ARIAS)
La pandemia pegó fuerte en el ámbito artístico y los golpes fueron "tan duros" que Franco Mendez, el conocido imitador sanjuanino de Michael Jackson, tuvo que dejar colgado el traje con el que personifica al Rey del Pop. Con esa frustración de no poder subir a un escenario para exhibir su talento -las últimas oportunidades fueron en los conciertos organizador por Wonder en homenaje al soul en abril de este año, ya que todas las contrataciones debieron cancelarse-, puso énfasis en su otra pasión: las artes visuales.
"Jamás ninguna actividad se entrometió en el lugar de la otra", sostuvo el joven que llegó con sus presentaciones como el astro norteamericano fallecido el 25 de junio de 2009, hasta la TV nacional para ser parte de los programas Hacelo feliz y La Tribuna de Guido Kaczka, en 2017 y 2018. Y, a la par, siguió perfeccionándose frente a los bastidores.
Franco descubrió la pintura hace unos años. Para él, primero fue el lápiz. Hijo de Mariela y Federico, Franco tiene 25 años y es el mayor de tres hermanos (Facundo, de 17; y Uriel, de 14). "Por muchos años, fui el único hijo, el único nieto; y el dibujo arrancó como una actividad más solitaria. Mis padres no encontraban un profesor porque era muy chico", recordó.
En la niñez, sus líneas atravesaron todo tipo de papeles. Allí Franco fue estampando los rostros de sus padres y distintos perfiles de Jacko, estrella a la que descubrió, poco más tarde. "Me acuerdo que mi viejo me regaló un video de él. Yo iba a la primaria y cuando todos se iban a dormir la siesta, me quedaba horas viendo lo que hizo este gran tipo, me enamoré de su obra, me fascinaron sus coreografías a tal punto que empecé a imitarlo. Creo que salió de una necesidad de expresarme desde otro lado. Michael tiene que ver con esa soledad mía, aunque suene un poco drástico, así surgió", evocó Mendez en diálogo con DIARIO DE CUYO. Y mientras fue desempeñando esa actividad en celebraciones varias y programas de TV, su interés por el arte cambió de rumbo hacia la pintura.
"Cuando ya el dibujo me pedía ir un poco más allá, me trasladé al color y comencé a pintar", recalcó quien recientemente armó su propio atelier en un cuartito de su casa. Aunque tuvo una etapa de formación autodidacta, "aprendiendo de libros y de la experimentación, porque si errás eso no se olvida más", como expresó; en 2018, comenzó la carrera de Artes Visuales en la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes de la UNSJ.
Por su manera de abordar la técnica, en septiembre de 2019, consiguió quedar entre los sanjuaninos seleccionados para decorar los enormes telones de la ópera La Flauta Mágica de Mozart -producción estrenada en el Teatro del Bicentenario con idea original y diseños del director Eugenio Zanetti- con la conducción del artista noruego Gunnar Ahmer en el marco del Programa de Formación en Pintura Escénica.
"Con él laburé casi un año en los telones, es un tipo que mostró su talento en Los Ángeles, que trabajó con Tom Hanks, por ejemplo. Fue importantísimo para mí", manifestó sobre su experiencia como parte de ese proyecto.
"Para mí, la pintura es una profesión. Ya trabajé también en la Fiesta Nacional del Sol y en el Teatro del Bicentenario", mencionó el pintor cuyo cuadro Amenaza se apreció en el Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, tras resultar premiado en el marco de la primera edición del Premio Franklin Rawson a las artes visuales 2020, junto a la producción de grandes artistas como Arturo Sierra, Beatriz García Huertas, Federico Levato, Humberto Costa y Silvina Martínez.
"Fue un gran logro ser premiado en este concurso, ahora, con la venta de mi obra Amenaza, pude armar el taller, comprar luces, espejos, pinceles y material para trabajar en mi próxima serie… estoy en conversaciones con la Galería Artify. Estoy satisfecho con las dos facetas que encontré en mí, si bien a lo de Michael ya lo veo como parte de mi adolescencia y a veces pienso en dejarlo", subrayó Mendez que incluso trabajó en la construcción, como albañil, con el fin de reunir el dinero necesario para presentar la imagen al certamen.
En la actualidad, Franco realiza retratos por encargo y pasa largas horas boceteando en sus cuadernos, probando formas y dando tintes a esas criaturas que pronto serán parte de una nueva colección, como apuntó, mientras comparte sus creaciones a través de la red social Instagram, "con miras a exponer muy pronto", adelantó deseoso Franco, llevado por las musas que aparecen en sus tiempos de "aburrimiento creativo".