La poderosa banda ofreció el jueves por la noche su primer esperado recital en River y no defraudó. Por el contrario, enloqueció de heavy metal a una tribuna abarrotada por 50 mil personas. El rito se inició con un video del western spaghetti -Lo bueno, lo malo y lo feo con imágenes de Clint Eastwood- y luego emergieron con la canción Creeping Death del disco Ride the Lightning (1984). Así, una seguidilla de clásicos metaleros hicieron delirar a su fans, como Nothing else Matters -del notable álbum negro de 1991- , Harvester of sorrow -del trabajo And justice for all de 1988- o The End Of The Line -extraído de Death Magnetic, su último disco de 2008-. El show -que recalará en Córdoba mañana, también con entradas agotadas- incluyó fuegos de artificios, gigantescas pantallas de video e impecable sonido. En síntesis, los 4 jinetes del Apocalipsis montaron un espectáculo tan titánico como su respetable y fatalista discografía.