Un día compartieron sus anhelos y se dieron cuenta que tenían un sueño en común, abrir un circo. Los dos magos sanjuaninos querían tener su propio espacio y a esa tarea se abocaron. Uniendo fuerzas y ahorros, Hugo Delgado y Fernando Cosentino montaron la carpa, convocaron a otros seis artistas locales y estrenaron su espectáculo. Así nació el "Circo Mágico Sambo", que lleva un par de meses funcionando, primero en Pocito y durante julio instalado en Rawson, sus dos primeros destinos en la provincia.
"Un día en una reunión del Círculo Mágico decidimos hablar de nuestros sueños. Hugo es como un padre para mí y decidimos hacer un mini circo, de 50, 70 personas… cuando empezamos a tomar nota de todo, quedó más grande de lo que pensábamos. Dentro de los circos chicos, éste es uno grande. Para dos magos sanjuaninos hacer esto es un sueño", aseguró en diálogo con DIARIO DE CUYO Fernando, conocido como "El mago Bombín", sobre cómo surgió la idea de esta empresa artística. "Empezó como algo para divertirnos nosotros y ahora ya son siete familias las que trabajan; la mayoría artistas callejeros, mientras que otros fueron formados para este espectáculo", relató Hugo, que cuando se calza el traje es el mago Samy. Las tres primeras letras de su nombre artístico se unieron a las de Bombín, para darle nombre al sueño realizado.
Delgado -que junto a sus compañeros quiere recorrer con Sambo toda la provincia y también cruzar sus límites- tiene 57 años, a los 12 hizo su primer truco y nunca más se apartó de la magia. Cosentino anota 37 años y cuando era niño su abuelo lo instaba a seguir este oficio. "Así nació la fantasía de la magia. Aunque al principio me gustaban más los malabares, hace 22 años que me dedico a esto. Para el artista que trabaja en estos círculos, esto es un sueño", apuntó el también impulsor del Círculo Mágico, la entidad que reúne a todos los magos sanjuaninos.
Ninguna casualidad, el espectáculo que ofrecen es 70 por ciento magia. "Hacemos cada uno su show y luego nos unimos en un número común", explicó Delgado. Pero además de los magos Samy y Bombín, están Roco Papelón, malabarista, equilibrista y payaso; Michael, el faquir; la secretaria Melina; y algunos más que dan vida a los muñecos de personajes de televisión. A diferencia de otros circos, los artistas de Sambo no tienen que llevar su vida a cuestas, ya que como hasta ahora la itinerancia sólo es por departamento, continúan viviendo en casa. "Mi mujer me acompaña en todas las locuras que tenemos los artistas, la familia es un pilar fundamental", dice Bombín sobre el apoyo de su mujer, que al igual que la de su compañero también se suman con alguna tarea en ocasiones, aportando ese aire familiar que todos los circos tienen.
Los dueños y artistas hacen hincapié en el formato de show que presentan, donde el público incluso recibe premios por su participación. "Sambo tiene algo que no tiene ningún circo, uno se siente cómodo, es acogedor, la familia disfruta y participa del espectáculo. Queríamos hacer algo donde se pudiera interactuar, que el público se sintiera parte", comentó el mago Bombín, quien ha trabajando antes en grandes circos como el Rodas, Servian y Splash.
Los magos se dividen el público: mientras que Samy apunta a trucos para conquistar a jóvenes y adultos, Bombin se enfoca en los más pequeños. "Me concentro en la magia cómica, los chicos se divierten maravillas… uso mucho el fuego, jugamos a darle la ilusión al niño de cómo se puede recuperar algo que se quemó", comentó Cosentino, sobre uno de los trucos que presenta.
Carpa, luces, música, trucos, pochoclo y público. La función va a comenzar. Pero algo más distingue a Sambo de otros. Es que según Cosentino su emprendimiento tiene una característica original: "Es un circo hecho por sanjuaninos, creado por sanjuaninos y trabajado en San Juan. Somos los únicos", aseguró con orgullo.
Circos
Sambo. Funciones a las 15.30, 18 y 20.30, en Mendoza y Superiora (Rawson). Entrada general $100 (niños pagan desde los 2 años), discapacitados gratis, con acompañante.