Este lunes 28 de octubre, mientras que la tensión política estaba concentrada en el triunfo de Alberto Fernández en las urnas y su posterior encuentro con el actual presidente Mauricio Macri, sorprendió una denuncia en los Tribunales de Comodoro Py.
Se trata de la autodenuncia de Luciana Salazar. Sí, ella misma presentó cargos en su contra, una estrategia para demostrar la autenticidad de sus tweets sobre política.
Esto ocurre días después de que Cinthia Fernández y la periodista Carla Czudnowsky hicieran alusión en televisión acerca de que la modelo recibía una retribución económica a cambio de la publicación de comentarios sobre la coyuntura y emitiendo proyecciones futuras.
En este sentido, Salazar presentó la denuncia delito 303, por lavado de dinero; respaldada por la Doctora Florencia Arietto, quien según comentó el letrado Mauricio D’Alessandro en Los Ángeles de la Mañana, es socia de la abogada Ana Rosenfeld.
"Soy una persona pública que se gana el dinero por los contratos celebrados con marcas y/o productos. Es decir, que suponer que utilizo dinero de todos los argentinos de manera ilegal (evasión o lavado de activos) hace que quienes pretenden contratarme dejen de hacerlo al tener sospechas que soy una persona que realiza actos de corrupción al recibir dinero del erario público sin declarar para publicar determinados temas en mis redes sociales", argumenta la modelo en el escrito que recibió el juez de Rodolfo Canicoba Corral, el mismo a quien la diputada nacional Elisa Carrió lo acusó de recibir "coimas".

Salazar sostuvo: "me veo obligada a solicitar la iniciación del presente expediente a los efectos de determinar si cometí delitos de evasión tributaria y/o lavado de activos", refiriéndose a los comentarios televisivos de Fernández y de Czudnowsky.

