Los tres son parte de una generación que fraguó con sacrificio y amor una parte vital de la historia del rock sanjuanino. Tony Berenguer, Marcelo Posleman y Jorge Quiroga, son músicos de larga trayectoria que al pasar el tiempo, no han perdido sus mañas todavía. Por diferentes circunstancias, estuvieron alejados de los escenarios públicos durante varios años, pero nunca dejaron de trabajar con la música. Hoy por fin lograron encauzar cada uno, sus proyectos personales, cumpliendo con antiguos deseos. Lo cierto es que cada uno tiene un presente prometedor en el circuito "under" del rock local con sus respectivas bandas. Es por ello que DIARIO DE CUYO los reunió en una charla amena para responder "¿Por qué los viejitos están de moda?".
La retórica y contundente frase la disparó Tony Berenguer, exguitarrista de Vandalis y actual líder de la banda Térmica que salió al ruedo metalero nuevamente. "Los viejitos están de moda porque a nivel mundial y nacional nos quedamos con pocos referentes. Por ejemplo muchos ruegan que Cacho Castaña no se muera y si pasa, ¿quién lo reemplazaría? Lo que pasa en el tango, tal cual es en el Heavy Metal y en el rock en general", dijo el violero.
Berenguer comenzó con el Dúo Tiempo, junto a Rulo Tejada, pero andar con pelo largo en la década de 1970, generaba problemas y se respiraba mucho la censura de la dictadura cívico-militar. A la llegada de la apertura democrática (después de 1983), floreció una primavera cultural sin precedentes para todos los rockeros. Tony pasó por varios grupos como Pleamar y Renacer, pero Vandalis fue su consagración artística: "Todo el mundo te abría la puerta. Como músico, fue una experiencia inolvidable. Conozco la nación entera, los principales estudios de Buenos Aires y Chile. Pero renuncié a todo ello por mi familia. Mis hijos me necesitaban y tomé una decisión drástica. ¿Cómo irme de la provincia y dejar a mi familia a la deriva? ¿Y si me iba mal? Soy un tipo muy inquieto y muy positivo. Por eso pienso que lo que viene siempre será mejor. Pasaron tantos años y ahora con el proyecto Térmica es un gran desafío y siento que es la mejor banda de mi vida".
Por su parte, Marcelo Posleman es guitarrista de Vinilómanos, una banda que hace homenaje al grupo legendario Vivencias, rescatando los sonidos del rock progresivo y acústico. "Seminare y Muchacha ojos de papel fueron las primeras canciones que aprendí a tocar. Al verano siguiente tuve mi primer recital en Barreal con temas de The Beatles, León Gieco y Sui Generis". Pósleman incursionó además en el saxo, armó con Rody Beatrice La Aduana, también pasó por Cospel y La Gente. Al igual que Tony, debió colgar la viola por el bienestar de su familia, "Cuando tuve mi primera hija, tomé una decisión clave en 1991. "Elegí el bienestar de mi familia por la música. Vendí todo lo que tenía, fue una decisión complicada porque uno sueña con vivir de la música. Pero ese sueño no podía ponerlo a espaldas de mi familia. Me postergué por un tiempo y esto que hago ahora con Vinilómanos es una deuda pendiente que estoy saldando. Ahora cuento con experiencia y sabiduría para encarar algo de buen nivel. En San Juan siempre hacemos rock con lo que se puede y con el público que puede", dijo el músico.
"Si los viejitos están de moda… creo que la onda del regreso se viene dando hace bastante. Es como una constante a nivel internacional también, los Rolling Stones todavía no se despiden y siguen llenando estadios. Génesis tuvo un regreso, pero duró poco y se volvieron a separar. McCartney tiene ya casi 73 años y lo vi en River hacer un show impresionante, otro tanto Bon Jovi con 50 años. Charly (García) es nuestro Beethoven argentino. Más que moda, diría, es una continuidad de varios viejitos locales y otros de afuera que no han interrumpido lo suyo".
Finalmente, Jorge Quiroga, iniciador de Natura y Teniente Cuero (durante 13 años), Guantánamo con Chichón Hernández y actualmente, Club 60 y Rockasaurios. En 1985 "Eran puntuales los espacios, como el anfiteatro Luna o las pequeñas salas de teatro. Hacíamos obras propias. Desde los 90 se instala el cover, muchas bandas empezaron a incorporarlo pero la onda creativa se fue cortando, el rock se volvía más comercial. El laburo creativo era consecuente con la realidad, el público se identificaba mucho con el laburo de cada banda. En el 2000, el neoliberalismo nos pegó un patadón en el cul… las consecuencias fueron terribles para nosotros, porque cualquiera podía salir y promocionarse como estrella, sin hacer esfuerzo y con sponsors. Eso lo criticaba mucho Pappo. Hacer rock era un laburo artesanal", dijo Quiroga. Con Rockasaurios, el veterano violero siente que es un proyecto que lo ayuda a disfrutar del momento. "Lo que pasa en San Juan, es que nosotros mismos, los rockeros, nos ponemos el techo. Hay una contradicción permanente, porque hay talento de sobra, sin envidiar nada a Buenos Aires. La pregunta del millón es ¿Por qué no triunfamos? Creo que se debe más a complejos nuestros que de afuera. Si me preguntan: los viejitos nunca dejamos de estar de moda, nunca nos fuimos, ni somos viejos. El rock nos mantiene siempre jóvenes", concluyó.

