Con 44 años de edad, es uno de los tucumanos más graciosos del momento. El humorista nacido en Famaillá, Miguel Martín, se viste de su personaje más ocurrente y se transforma en el Oficial Gordillo. Este simpático agente está siendo un fenómeno agotando taquilla en cada ciudad del país. Atravesó un exitoso 2022, con temporadas teatrales de Mar del Plata y Carlos Paz, llenando salas y en la gira de su nuevo espectáculo "Gordillo, amigo (de lo ajeno)" trae una batería renovada de historias, chistes y sketches para toda la familia. Sus operativos con la nueva "tenología polesiaca", hará reír hasta al más aburrido de la platea, el próximo 2 de junio en el Teatro Sarmiento. Pero ¿quién es realmente Miguel Martín y cómo llegó a escalar tan rápido en el mapa del espectáculo nacional? El propio humorista lo explica en contacto con DIARIO DE CUYO. Antes de consagrarse en las tablas, en su juventud estaba dedicado paradójicamente al mundo de la informática como analista de sistemas y vendía equipos de computación en su provincia. En el mismo rubro, aspiraba a buscar un mejor destino en Buenos Aires. Pero por su tonada provinciana, no tuvo suerte y regresó a Tucumán. No obstante, no se resignó y probó suerte en pequeños bares, salas de teatro, shows en fiestas privadas hasta que, de menor a mayor, logró su primer Martín Fierro en 2012 con el Trío Manyines For Export. Desde ese entonces, su ascenso no se detuvo. En el mejor momento artístico, ¿cómo establecer los límites que distinguen al Miguel del mundo real con el Oficial Gordillo? "El personaje, obviamente, me devoró en lo artístico, eso hace que no esté interesado en hacer otros. Me divierto mucho con Gordillo. Cuando en la calle la gente me saluda o estoy en las redes sociales, soy Gordillo. Pero los que me conocen en lo personal, soy Miguel tanto en mi casa, como en la casa de mi mamá. En este lugar ni hablo de trabajo. Mis hijos no ven mis videos, ¡Imaginate! nacieron adentro del camarín así que están hartos (decía bromeando)". Y explicó el tucumano: "Para separarlos, hago terapia, escucho mucho a mi esposa porque ella siempre me habla con inteligencia y la terapeuta me dice ‘¡Sacate las plumas!, acá sos Miguel’ y me baja del escenario (se reía)". Se nutrió desde pequeño con las emisiones de Hiper Humor, del Palacio de la Risa de Antonio Gasalla, de la troupe de Videomatch y del humor absurdo que proponía Cha Cha Cha y Todo por 2 Pesos; de aquella impronta del Flaco Pailos, del Negro Álvarez, Cacho Buenaventura y Sapo Cativa. Sin embargo, cuando fue al circuito cordobés, empezó también de a poco, porque fue una parada desafiante en la capital del humorista argentino: "El público cordobés me eligió, nunca tuve intención de algo contrario. Es la madre patria del humor y sería algo muy descarado de mi parte. Tuve muy buena recepción y ahora estoy en Carlos Paz y Córdoba Capital con doble función tres veces a la semana. Es hermoso lo que sucede y no dejaré de estar agradecido por eso". 

Sin embargo, guarda un afecto especial por el público local: "Los sanjuaninos son exigentes. Como tengo familiares allá, fueron mis primeros espectadores y me dieron varias críticas. Pega mucho la anécdota de humor. En los festivales, se prenden muy bien, no se ríen de cualquier cosa y tienen muy buena onda". Eso sí, el más duro en hacer reír, fue el porteño. "Esto me sucedió en la época que no existían las redes. Al pararme a contar, al porteño de Palermo se le hacía difícil entender la tonada norteña. Gracias a las redes se federalizaron las costumbres, el lenguaje, las palabras. Finalmente me costó mucho tiempo y ahora me entienden, aunque sean duros para expresarse", señaló.

Por último, el común denominador para sintonizar con el público es el núcleo familiar por donde giran sus monólogos. "Con mis hijos y mi esposa somos una máquina de hacer sentir bien a las personas. Amamos lo que hacemos y no pienso más que en superarme a mí mismo, es mi única competencia" y finalizó Miguel: "Mi gran satisfacción es saber que le saqué una sonrisa a alguien que tuvo un mal día y vio uno de mis videos. Hoy es un valor impagable".

DATO

Oficial Gordillo. Viernes 2 de junio. Funciones a las 20hs. y 22hs. Teatro Sarmiento (Alem 34 norte). Entradas: $5.500; $5.000 y $4.500. Anticipadas: www.entradaweb.com.ar.