Camila Martín tiene 16 años y aunque tiene síndrome de Down, su condición no le impide llevar una vida normal como la que hacen sus demás compañeros del taller artístico. De hecho, cuando supo que podía aprender y jugar con las artes en la Estación San Martín, no lo pensó dos veces y se sumó para participar. A partir de entonces, sus vacaciones ya no son aburridas. El primer día fue recibida con los brazos abiertos, tanto por los profesores como por los demás chicos. Le encanta pintar y se divierte mucho en las clases de teatro. Cariñosa y espontánea, al principio muestra cierta tímidez, pero cuando toma confianza, se suelta y empieza a crear. El caso de Camila es un ejemplo de la inclusión y de la muy buena onda que se vive de lunes a viernes en el Laboratorio de Sorpresas. Se trata de un proyecto creado y producido por la actriz y productora teatral Celeste Castro, quien junto a un equipo de profesores, enseñan teatro, danza, música y plástica a casi 140 niños de 5 a 12 años. Este es el segundo año consecutivo de esta colonia, que no funciona como las demás en donde la pileta es el centro de todo. Acá los pequeños son invitados a pensar, a soñar y a crear en un ámbito lleno de posibilidades para que exploten sus capacidades artísticas. Pero también, se toman el tiempo para el recreo en juegos deportivos y si el calor del sol pica mucho, entonces se presta para hacer revivir la chaya sanjuanina, donde nadie queda sin mojarse.
En el Laboratorio…. se practica un taller por día, pero los viernes combinan todas las actividades. En danza, arman diferentes coreografías, bajo la guía de Mariana Aguiar (danza contemporánea) y Ana Paula Mut (que instruye a las niñas para el flamenco y otros ritmos tradicionales). Por el lado de la pintura, el profe Ponja Roca libera las témperas y los pinceles para que los alumnos dibujen todo lo que se les cruce por su camino. ¡Ni las piedras se salvan de sus manos!, incluso ya se encuentran preparando un colorido mural para la finalización del taller. Por el lado de la música, Paula Sánchez y Javier Conturzo los guían para que aprendan los conocimientos básicos para tocar instrumentos. En teatro, Ana Paula López les da las técnicas para la expresión y dramatización dentro del surrealismo y del realismo mágico. Y Sergio Loyola es el coordinador y a la vez el alma que anima a todos y los hace reir con sus ocurrencias y juegos.
Todo lo que aprenden está dirigido a una obra final, que se estrenará en la Estación San Martín cuando termine la colonia. Los chicos serán protagonistas de una representación escénica de la historia de la India Mariana, llamada "Los sueños de Mariana", con la que el 20 de febrero demostrarán en público todo lo lindo que aprendieron.

